Las palomitas de maíz son un alimento sencillo que asociamos con botana y los momentos de entretenimiento, ¿A quién no se le antojan unas palomitas con mantequilla y sal para ver una película o en días de feria? Antes de 1848, en Mesoamérica ya eran alimento, se les nombraba flores de maíz y de acuerdo a las crónicas de Fray ]Bernardino de Sahagún se vendían en las plazas, estaban en collares y en rituales.
A pesar de que México es centro de origen de una gran diversidad de maíces, actualmente sólo el 10 por ciento del maíz palomero que hay en el país es originario, el resto proviene de Estados Unidos. “En México se fue perdiendo la siembra”, comenta Rafael Mier, socio fundador del proyecto Tortilla de Maíz Mexicana. “sembrar maíz palomero es una tarea difícil porque la semilla nacional se está extinguiendo”, asegura Mier quien actualmente está sembrando granos de Toluca en una parcela demostrativa en Valle de Bravo.
La obtención de semilla es el resultado de una exhausta indagación en la cual hizo un recorrido por diversos pueblos en Toluca para obtener el grano, su sorpresa fue que casi nadie lo conserva. Otra vía para adquirir al maíz palomero fue recurrir al banco de semillas del CIMMYT y el Colegio de Posgraduados con los cuales se tuvo acceso a 20 colectas de maíz de diferentes décadas: 60, 40, 50 y recientes.
“Hay que evaluar su comportamiento, ver si germina y si el grano revienta ya que estos maíces han perdido su capacidad de reventarse. Con este proyecto intentamos rescatar a las razas en extinción; la siguiente etapa es multiplicar la semilla y tener una siembra más grande para que en algunos años se vendan y se coman”, explica Mier.
“Estados Unidos es líder en producción de palomitas de maíz, se dedicaron mucho a desarrollarla, México podría ser potencia, sólo faltan programas que impulsen un cultivo viable con lo cual aprovechar las variedades que hay en Toluca, Chihuahua y Jalisco con las cuales satisfacer a la demanda nacional”, comenta.