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Ricardo Monreal se dice ofendido por el trato que le dieron en Morena, tras 20 años de militar en el proyecto obradorista. No responsabiliza directamente a López Obrador, pero bien sabe que en ese partido no se mueve una hoja de árbol sin el consentimiento del jefe máximo. Monreal dice haber tenido un acuerdo con AMLO, cuando vino a la delegación Cuauhtémoc, de que sería el candidato al gobierno capitalino. Por lo cual, al acercarse la fecha clave, le pidió una ratificación del compromiso, pero López Obrador le reviró diciendo que se pusieran de acuerdo los aspirantes. Monreal le dijo: “El acuerdo eres tú”. Buscaba Monreal una definición que pudo darle AMLO hablando específicamente de su decisión de apoyar a Claudia Sheinbaum, con lo que quizá se hubiera evitado la ruptura, pero prefirió dejar las cosas en la indefinición, esperando probablemente la disciplina (¿sumisión?) incondicional que se exige en ese partido. Pero con Monreal ya no funcionó.
Monreal, al parecer, abrigó la peregrina esperanza de que AMLO modificara el veredicto bajo una advertencia velada; afirmó manejar un número importante de votos que, más allá de la disputa por el gobierno capitalino, podrían darle el “plus” a López Obrador en la contienda presidencial, dado que seguramente habrá un resultado estrecho. Lo que significa que, de no darle esos votos y, en cambio, ofrecerlos a quien rivalice con AMLO, la balanza podría inclinarse en sentido contrario. No prosperó la “recomendación” de Monreal. Su salida, de ir con otros partidos como candidatos para disputar el gobierno capitalino, podría así modificar el tablero. Habría que ver encuestas sobre intención de voto en parejera de Monreal con Claudia Sheinbaum, y así con otros posibles candidatos (Alejandra Barrales). Quizá el único competitivo frente a Sheinbaum sería Monreal (es hipótesis), en caso de no fragmentarse el voto anti-Morena. Pero eso implicaría que el PRD renunciara a sus propios candidatos (en particular Barrales, que ha hecho todo para ser la ungida) y así quizá arrebatarle la capital a Morena. Eso pondrá a prueba lo que tanto dicen los promotores del Frente Ciudadano; que deben hacerse a un lado las ambiciones y protagonismos personales para que ese frente prospere con probabilidades de triunfo. ¿De qué le sirve al PRD preservar una candidatura si con ello perderá la capital?
Queda también el cálculo sobre los votos que realmente podría manejar Monreal no sólo para la contienda capitalina, sino su repercusión en la presidencial, como él lo ha advertido. Ignoro por completo el monto de votos manejados corporativamente por el zacatecano; varios analistas calculan que dicha amenaza es mero bluff, pues Monreal no controla más que una cantidad limitada de tales votos. Otros, en cambio, aseguran que sí maneja un importante segmento, por decir de 500 mil votos, que al retirarlos de AMLO y encausarlos a su principal oponente, modificarían la suma total en un millón de votos (López Obrador perdió oficialmente en 2006 por 240 mil votos). Desde luego, sería difícil saber cuántos votos en realidad maneja Monreal de manera corporativa como para determinar su incidencia en la elección presidencial (de ser el caso). Como sea, AMLO quizá no midió los efectos de su mal manejo de la candidatura capitalina y eso le podrá costar en alguna medida aún incierta. Pero, por otro lado, el PRD nacional debe una explicación de por qué su candidato al gobierno del Edomex, Juan Zepeda, asistió a la toma de posesión de Alfredo Del Mazo III, con lo cual convalidó su triunfo, presuntamente cuestionado por el sol azteca. Con ello, Zepeda da pie a que se autentifique la acusación de AMLO de haber jugado como “palero de la mafia”, comprometiendo la credibilidad de lo que queda del PRD y del Frente que ahora impulsa (pero que es rechazado por el propio Zepeda, quizá por instrucciones del PRI). Desde luego, a Zepeda le queda la opción de integrarse más tarde a Morena —pues no está en la lista negra de quienes jamás serán recibidos en ese partido—, y con ello ser absuelto de sus culpas pasadas. Un lodazal por todas partes.
Profesor del CIDE. @JACrespo1