Más Información
Felipe Calderón y Margarita Zavala festejan Navidad con sus hijos; “les mandamos nuestros mejores deseos”, expresan
Adriana Malvido invita a unirse al nuevo movimiento ambiental ABC/MX; convoca a la juventud para enfrentar la crisis climática
José Ramón López Beltrán y su familia agradecen apoyo con foto navideña; “nos sentimos muy afortunados”, dicen
Claudia Sheinbaum y Jesús Tarriba envían mensaje a mexicanos; “gracias por lo que hacen por sus familias y por México”
Decomisan arsenal, granadas y equipo táctico en Pantelhó, Chiapas; catean rancho tras enfrentamiento
Material audiovisual evidencia que la policía municipal “protegió” a los estudiantes con agresiones y desapareciendo a algunos durante horas. Otro hecho documentado es que los uniformados ordenaron a perros guardianes atacar a los normalistas.
Ese día, más de 30 estudiantes de la normal de Tiripetío fueron golpeados y 26 de ellos detenidos y “paseados” por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio durante cerca de tres horas, sin ser puestos a disposición de ninguna autoridad.
Los estudiantes regresaban a Michoacán luego de apoyar a las normalistas de Cañada Honda, quienes llevaban 15 días protestando en contra del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) por buscar reducir la matrícula anual de 120 a 100 estudiantes y de hacer mixto el internado de la escuela.
Al intentar atravesar la ciudad en dos camiones, custodiados por elementos de la policía municipal, los normalistas chocaron contra un auto Chevy blanco y posteriormente se habrían estrellado deliberadamente contra una patrulla municipal, provocando la ira de los policías, quienes, aseguran, se defendieron de la agresión, siendo esta la primera versión oficial. En el lugar también estaba al menos una patrulla de la policía estatal, según consta uno de los videos que circularon en redes.
Los jóvenes tienen otra versión. Entrevistados por Newsweek Aguascalientes en una clínica privada, los normalistas cuentan que el auto se les atravesó varias veces con la intención de que detuvieran su marcha, provocando que uno de los camiones chocara contra la patrulla. El percance fue pretexto para que los elementos de seguridad arremetieran con toletes, perros y piedras, contra los normalistas, incluso —aseguran testigos—, utilizaron esquirlas para ponchar las llantas de los camiones.
“Corrimos para donde pudimos y nos agarraron. Nosotros pudimos brincar a un terreno, pero de ahí nos sacaron [los policías]. Nos hicieron brincar de una azotea, les decíamos que el compañero tenía un pie fracturado, pero no les importó. Nos tiraron al suelo, nos patearon y pegaron con la macana. Nos subieron a la patrulla y nos esposaron”, dijo uno de los estudiantes.
Un grupo de abogados que trabaja en defensa de los normalistas —y prefiere el anonimato por seguridad—, sospecha que hubo una estrategia de seguridad para arrinconar a los camiones michoacanos e incitar a la violencia. Horas antes de que los 76 estudiantes michoacanos pasaran por la colonia Constitución, donde sucedió el enfrentamiento, varios vecinos atestiguaron la presencia de policías por casas y comercios alertando sobre “posibles robos y saqueos” de los normalistas, que nunca se registraron.
“Nos detuvieron. Nos fueron golpeando en la patrulla y no sé en dónde nos bajaron, nos amenazaron para que nos fuéramos a nuestro estado o nos iban a matar o a desaparecer. No conocemos la ciudad y no andamos con dinero, no sé si a los demás compañeros los soltaron, no sabemos qué pasó con ellos”, dijo otro de los estudiantes agredidos ese día.
Por la noche, comenzaron a circular imágenes en video y fotografías en redes sociales mostrando evidencias del enfrentamiento por el que los 26 normalistas detenidos fueron trasladados en un primer momento a las instalaciones de la Fiscalía General de Aguascalientes, donde permanecieron sin ser bajados de las patrullas, situación que tanto el Fiscal General del Estado, René Urrutia, como el Secretario de Seguridad Pública municipal, Héctor Benítez, aceptaron en entrevistas por separado.
“Efectivamente, elementos de la policía municipal estuvieron en las inmediaciones de la fiscalía, de la vicefiscalía de Investigaciones, aparentemente, de inicio, con la intención de poner a disposición. Y digo aparentemente porque no lo tengo plenamente confirmado. Sin embargo, en ningún momento el Ministerio Público ni la Policía Ministerial recibieron a disposición a ninguna persona por parte de los elementos de policía municipal”, aceptó Urrutia.
En rueda de prensa, Benítez López dijo que la detención de los normalistas fue para “protegerlos”, pues su integridad, aseguró, corría peligro luego de que algunos vecinos del fraccionamiento Constitución, golpearon e intentaron linchar a tres de ellos. Diversas fotos muestran a los estudiantes esposados a las camionetas de la Secretaría de Seguridad Pública municipal.
Los detenidos sufrieron lesiones provocadas, según testimonios de estudiantes y reporteros locales, por los policías. Aseguran que fueron abandonados en lotes baldíos sin conocer la ciudad ni contar con dinero para regresar a la Normal Rural de Cañada Honda, a la que llegaron con ayuda de ciudadanos que les pagaron el taxi o los llevaron en sus vehículos particulares.
El ombudsman en la entidad, Jesús Eduardo Martín Jáuregui, dijo que al haber sido detenidos, aun para “protegerlos”, los jóvenes debieron ser presentados ante alguna autoridad. “Incluso en supuesto caso de rescate, su obligación era presentarlos ante una autoridad”. En oficio dirigido a la panista Teresa Jiménez, presidenta municipal de Aguascalientes, el ombudsman reprobó el mensaje de Leonardo Montañez Castro, director de la policía municipal y secretario del ayuntamiento, quien dijo estar “muy orgulloso de los policías”, porque “no se puede vulnerar la ley y esperar que nuestros policías se queden de brazos cruzados, cumplieron en todo momento con su deber”.
Martín Jáuregui espera que en las próximas dos semanas quede lista una recomendación, en la que además de solicitar que se abra un procedimiento sancionatorio contra quien haya dado la orden de agredir a los estudiantes, también se pedirá resarcir los daños, incluso los que afecten el proyecto de vida de los normalistas, como en el caso del estudiante que estuvo a punto de perder el ojo izquierdo.
La Fiscalía estatal, aseguró su titular, ya solicitó a la Comisión Estatal de Derechos Humanos las carpetas de investigación que documentan las agresiones y lesiones sufridas por los estudiantes, en donde estuvo presente el visitador de la Comisión, Roberto Reyes, quien adujo una situación de “abuso de autoridad”.
Un día después del enfrentamiento, Raúl Silva Pérezchica, director del Instituto de Educación, anunció que los normalistas y el gobierno del estado acordaron no reducir la matrícula, no hacer mixta la Normal y suspender las novatadas dentro de la escuela. El 2 de junio pasado, alrededor de 500 normalistas de varias entidades del país, entre ellas Zacatecas, Durango, Sonora y Michoacán, se reunieron en Aguascalientes para protestar y exigir al gobierno del estado, encabezado por el panista Martín Orozco Sandoval, que atendiera sus peticiones.
Ese día, algunos estudiantes bloquearon por dos horas la carretera 45 norte atravesando dos camiones de particulares que fueron tomados en ese lugar. La carretera fue desalojada por policías estatales, quienes rompieron algunos vidrios de los autobuses de los normalistas, mientras éstos huían del lugar. Luego, el jueves 8, los normalistas volvieron a bloquear la misma carretera, ahora rumbo a Loreto, Zacatecas, provocando la molestia de automovilistas que circulaban por la zona. Ese día, el gobernador Orozco Sandoval presentaba su plan sexenal de gobierno. Los normalistas fueron cercados por policías antimotines estatales y municipales en la Comunidad Cañada Honda donde se encuentra la Normal Rural Justo Sierra Méndez y ahí colocaron barricadas. Finalmente no se registró ningún hecho violento.
Durante los días de discordia entre gobierno y normalistas, actores políticos y sociales se expresaron a favor y en contra de las “cañadistas”, llegando algunos al extremo de pedir al aire el asesinato y envío a “la fosa común” de las estudiantes. “Nos faltan 46 [sic] pero hay muchos más que deberían desaparecer en fosas clandestinas”, dijo por ejemplo el locutor de Exa Radio, Ro Cortina, arengando a la violencia en contra de las normalistas.
Quienes manifestaron en distintas ocasiones su apoyo y respaldo total al gobierno de Aguascalientes fueron los presidentes locales de Coparmex, Francisco Ruiz, y del Consejo Coordinador Empresarial, Pedro de la Serna. Mientras profesores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) se manifestaron en contra del uso de la violencia por parte del gobierno y pidieron mesura a los ciudadanos para no polarizar el conflicto.
Catedráticos como Salvador Camacho y Enrique Rodríguez, expresaron en distintos medios su preocupación por los enfrentamientos. En contraste, en redes sociales los hidrocálidos mostraron menos tolerancia con las normalistas y manifestaron expresiones agresivas como: “pobres perros que mordieron a los normalistas, les dieron de comer porquerías”, “ojalá los desaparezcan a todos como a los otros 43”.
Quienes guardaron silencio fueron los estudiantes de Aguascalientes, que sí se manifestaron a favor de los normalistas de Ayotzinapa hace casi tres años. Ahora las estudiantes de Cañada no tuvieron el apoyo de la Universidad de las Artes ni de la Federación de Estudiantes de la UAA, quienes ahora tienen 43 mesabancos vacíos a la entrada de la institución. Tampoco recibieron apoyo de otras normales del estado, algunas de ellas con matrícula exclusivamente femenina. La Normal Rural Justo Sierra Méndez recibe un presupuesto de alrededor de 16 millones de pesos anuales, dinero que se etiqueta para alimentación, mantenimiento, viajes de estudio, graduaciones, entre otros rubros, lo que algunos medios de comunicación consideran injusto, dado que el promedio de egresadas aptas, según datos oficiales, no es óptimo (Con información de EL UNIVERSAL y Newsweek Aguascalientes).