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estados@eluniversal.com.mx
El ladrón “coqueto” que arrebató su celular a la joven Debany Chávez (Debas Chavez) y después pretendió enamorarla vía mensajes de Facebook, cambió el aparato por una piedra (droga), por eso cuando su víctima llegó hasta su domicilio, acompañada por la policía del metropolitano municipio de Benito Juárez, éste aceptó entregarle otro teléfono y 200 pesos en efectivo.
La afectada declaró a la prensa local que se trata de un menor de 17 años, quien la contactó para decirle vía messenger: “Ola, yo te asalté”, le ofreció una disculpa y le dijo que le gustaba porque era en verdad muy guapa y estaba dispuesto a regresarle el teléfono a cambio de “un bezillo”.
Según la afectada, el menor la asaltó cerca de su domicilio, cuando iba acompañada por su mamá y hermana. También reside en la colonia Villas de San Juan, en el municipio de Benito Juárez, al oriente de Monterrey.
A Debany le llamó la atención que el asaltante “tuviera el descaro” de buscarla para tratar de enamorarla y, que además, le confiara que ya no tenía el aparato, porque lo había cambiado por droga, pero estaba dispuesto a robar otro para ella, a cambio de un beso.
Esta historia ha generado un gran impacto mediático y todo tipo de comentarios, desde quienes la felicitan por ser “famosa”, hasta quienes se burlan del ladrón enamoradizo porque, opinan que ella no es tan bella: “debió robarse unos lentes en lugar de un celular”, opinó un usuario. Sin embargo, ella compartió un post con la frase “me siento bah” acompañada del emoticono de una “carita aburrida”, que posteriormente borró.
Preocupante situación.
Para el investigador y académico de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Fernando Esquivel Lozano, el caso del asaltante que contactó vía redes sociales a su víctima, mientras la afectada acepta su solicitud de amistad y publica la conversación que sostuvo con su agresor es una situación risible, pero preocupante.
Nos habla de un fenómeno muy presente en la sociedad actual, principalmente entre los jóvenes: el de los “zombies digitales”, que habitan más en una realidad virtual que en la vida real.
El especialista comentó que muchos usuarios de las redes sociales han perdido la noción de los límites entre lo público y lo privado, al grado de compartir en Facebook muchas situaciones que no sólo atentan contra su privacidad, sino que ponen en riesgo su seguridad personal y familiar.
Dan a conocer en tiempo real si adquirieron casa o carro nuevo, si están de vacaciones o en un restaurante, sin tomar en cuenta que entre sus contactos pudiera haber gente que se dedica a revisar perfiles para obtener información útil para cometer robos o secuestros, pues hay quien acepta cualquier solicitud de amistad para presumir popularidad o agrega gente, a su parecer conocida, pero que pudiera ser alguien que robó la identidad de otra persona. Los “zombies digitales”, explicó el especialista, casi no tienen vida real y la que tienen la trasladan al mundo virtual.