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Rosarito.— Jesús Bustamante, fotógrafo del periódico Frontera; Yolanda Caballero, reportera de El Sol de México; Luis Alonso Pérez, reportero independiente, colaborador de Animal Político y Univisión, y Laura Sánchez Ley, reportera de EL UNIVERSAL fueron agredidos a golpes por los elementos de la Policía Federal y Gendarmería cuando reportaban el intento de desalojo de la planta almacenadora de Pemex en Rosarito, Baja California.
A los dos hombres, los agentes federales los patearon en el piso, y a Jesús Bustamante, incluso, lo rociaron con gas en el rostro, pese a que llevaba en un lugar visible sus credenciales que lo acreditaban como periodista.
Los hechos se suscitaron la mañana del sábado cuando los elementos federales intentaron desalojar a los manifestante que mantenían un plantón de cuatro días ininterrumpido en la planta matriz de Pemex que surte de combustible a toda la zona Costa del estado, a 20 kilómetros de Tijuana.
Unos 200 manifestantes protestaban contra el alza a los precios de las gasolinas y bloqueaban la única entrada y salida de la planta, en la carretera Transpeninsular, la única vía que conecta a Baja California con el sur del estado y con Baja California Sur. Además no permitían el paso de ningún transporte en esa parte de la carretera lo cual generaba serías afectaciones a los automovilistas.
La noche del viernes las gasolineras del estado reportaron desabasto en casi toda la ciudad. Era visible la fila de automovilistas varados afuera de las gasolineras, lo que generó presión en las autoridades. La madrugada del sábado, a las 04:00 horas, arribó un contingente de más de 400 elementos de la Gendarmería, Policía Federal, estatal y municipal. Durante las primeras horas del día, los manifestantes sólo gritaban y expresaban su malestar. Se trataba de ciudadanos del municipio de Rosarito, principalmente, de todas las edades, quienes se mantenían sentados, arrodillados o cantaban.
Los policías antimotines entablaron un diálogo y les advirtieron que tenían que desalojar para que pasarán las pipas de Pemex. Los manifestantes no aceptaron moverse.
Alrededor de las 10:00 horas, los antimotines marcharon hasta el lugar en donde estaban plantados los manifestantes, unas 280 personas, y arremetieron en su contra; ellos atacaron a los policías con piedras, mientras los agentes respondieron con gas lacrimógeno. Los policías sometieron a la gente, inclusive a jóvenes de 15 o 16 años los tiraban al piso y les aplastaban la cabeza con las botas y las rodillas sobre sus espaldas.
— ¡Acérquense , acérquense, tómen- le. Vayan, vayan!— decían los policías a los reporteros con el fin de que se aproximaran para luego someterlos. Fue ahí cuando unos 10 agentes golpearon a patadas al reportero Luis Alonso Pérez, a quien dijeron que si no tenía identificación, no era periodista. Tras someterlo lo subieron a una camioneta en donde iban otros 10 detenidos. También agredieron al fotógrafo Jesús Bustamante. Yolanda Caballero y Laura Sánchez fueron empujadas y golpeadas por mujeres policias, provocándole a la corresponsal lesiones en rostro y golpes en el pecho.
Pese al enfrentamiento, los policías no lograron liberar el paso. Los agentes se retiraron momentáneamente del lugar, pero regresaron minutos después con sus armas desenfundadas. Lanzaron gas lacrimógeno lo que provocó que los manifestantes se resguardaron en establecimiento cercanos a la carretera.
La fila de los policías se acercó hasta en medio de la carretera y fue entonces que un sujeto a bordo de un vehículo Pickup amarillo de una empresa de refacciones aceleró y embistió a los policías antimotines. Siete fueron trasladados a las instalaciones de la Cruz Roja lesionados. El vehículo fue abandonado en la carretera escénica, de cuota, Tijuana-Ensenada, en donde se analizaban las huellas del conductor agresor, quien logró huir.
Hasta el cierre de la edición la central de Pemex en Baja California continuaba bloqueada por los manifestantes y nuevamente los policías intentaban desalojarlos por tercera ocasión en el día. El reporte era de 15 heridos y 33 detenidos. La Comisión Estatal de Derechos Humanos informó que abrió una investigación; la CNDH inició una queja a través de la Dirección de Agravios a Periodistas; la PGR abrió una investigación por lesiones y atentado contra la libertad de expresión, y la Cámara de Diputados condenó las agresiones. El presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Gobernación, Miguél Angel Osorio Chong, lamentaron el acto violento a policías federales y prometieron castigo a los responsables.
El parte médico de la PGR en donde se presentó la denuncia acreditó las lesiones de los reporteros.