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Aquí hay un panteón, un platillo y un deporte que nos hablan de otros tiempos.
Heredero de una tradición minera de siglos, Real del Monte es considerado el cuarto Pueblo Mágico del estado de Hidalgo y la ciudad poblada más alta del país, pues se ubica a 2 mil 750 metros sobre el nivel del mar.
Este lugar es conocido por ser la cuna común del futbol mexicano y del paste hidalguense, pues resulta que entre el legado inglés de este municipio no sólo se encuentra la minería y el haber dado al mundo los pastes, sino que también tiene un pasado pambolero, pues aquí, en 1825, se jugó el primer partido de futbol de México.
No sólo el futbol y la comida nos traen colores de otros tiempos. En este pueblo la influencia inglesa se respira siempre. Se siente cuando recorres sus calles empedradas y sus construcciones de antes.
O cuando el frío y la neblina cubren las chimeneas de las viejas minas, los portales y las fuentes. Puedes verla en los techos de lámina roja y en las estanterías donde brilla la plata. Pero sobre todo, puedes descubrirla en los sabores de su comida.
En este poblado de legado minero, las casonas y construcciones de aire inglés se combinan con el olor a pastes y al pan de pulque y de nata que se cocina en sus hornos. Se colman los sentidos con el sabor de los cocoles, los tamales dulces y, por supuesto, los pastes.
De acuerdo con el dueño de los pastes El Portal, éste es un alimento de origen inglés que fue traído a Real del Monte en 1824. El singular bocadillo era el que comían los trabajadores de ese país mientras estaban en lo profundo de las minas, y aunque originalmente sólo se preparaba de papa con carne, sin embargo, ha ido evolucionando hasta elaborarse en diferentes presentaciones como mole, frijol, piña, entre otros.
Entre los principales atractivos a visitar en la localidad, Fernando Escorza, subdirector de turismo municipal, menciona que existen cinco museos que cualquier visitante debe conocer, entre ellos el Panteón Inglés. Este singular espacio se ubica entre altos pinos que se extienden entre la neblina de la montaña y cuenta con 756 tumbas orientadas hacía Inglaterra, donde reposan los cuerpos de quienes trabajaron para dar identidad a este poblado de la montaña de Hidalgo.
Otro de los museos imprescindibles es el Museo del Paste, donde, si tienes dotes culinarios, podrás elabora tu propio paste y conocer más sobre la historia de esta delicia típica.
Pero si la comida y el aire inglés del lugar no son lo tuyo, el experiencia de bajar a una mina a 400 metros de profundidad o la extensa producción de artesanías en plata puede ser la razón para descubrir Real del Monte. ¿Qué esperas?