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Celaya.— El niño que aparece en una foto “deteniendo” la marcha contra el matrimonio gay y que se volvió viral en redes sociales, e incluso recorrió el mundo como imagen icónica del movimiento antihomofóbico, estudia la primaria y es hijo de comerciantes. Su familia y vecinos lo consideran un muchacho “inquieto”.
EL UNIVERSAL siguió el rastro del menor, recorriendo las calles aledañas a lo largo del bulevar López Mateos, desde la salida al municipio de Salvatierra hasta más allá del puente peatonal del mercado donde se le tomó la fotografía en la que aparece de espaldas con los brazos abiertos.
En el trayecto se recogieron respuestas coincidentes: “Vi la foto publicada”, “no es de por aquí”, “no lo conozco”, “no le sé decir”. Se siguió la búsqueda por la ruta de la marcha hasta dar con conocidos del niño y enseguida con una mujer que sin titubeos dijo: “¡Es mi sobrino!”.
“La verdad fue una travesura, eso lo hace siempre en cada desfile, nada tiene que ver con lo que se ha publicado”, platicó la señora.
Explicó que la tarde del sábado, el menor estaba jugando cuando se colocó a media calle y extendió los brazos al ver que se acercaba el contingente. Añadió que ahora es objeto de burlas por parte de sus amigos, quienes le dicen que es gay.
La tía platicó que los padres de su sobrino están enojados y han decidido no exponerlo más para evitar que aumente el bullying en su contra.
La familia consideró que el daño al menor fue ocasionado por la fotografía publicada en medios impresos y en internet con un texto en el que se señaló que Alejandro había dicho que tenía un tío gay y que por esa razón se había manifestado a media calle, “lo cual es mentira porque no habló con nadie y tampoco tiene ningún tío gay”, dijo la tía.
La versión fue confirmada por la madre de Alejandro [nombre ficticio], quien en una conversación telefónica pidió reservar la identidad del menor. Un conocido de la familia declaró que Alejandro estudia la primaria y que la situación tiene molesta a su madre, quien teme que las agresiones suban de tono, puesto que su hijo ha sido afectado por la carrilla de sus amigos y por comentarios agresivos que han sido colocados en redes sociales.
La familia vio publicada la fotografía en el medio local Celaya sin Censura e identificaron que se trataba de Alejandro, no le dieron importancia hasta que la foto apareció en redes sociales, principalmente en Facebook, con la versión de que el niño había dicho que tiene un tío gay y se le comenzó a agredir en las redes sociales.
El autor de la fotografía es Manuel Rodríguez, de 21 años, quien aseguró que entrevistó al niño y, al preguntarle por qué se había parado frente al contingente, éste respondió: “Mi tío es gay y no me gusta que lo odien”.
En su cuenta de Facebook el fotógrafo compartió la imagen con la leyenda: “Me dio náuseas ver tanta homofobia, pero me quedo con la imagen de un niño ‘intentando’ detener a los ‘manifestantes’”.
Fran Mancera, fotógrafo del Periódico AM, en Celaya, fue testigo del momento, incluso, él tomó un video de unos segundos en el que se ve al niño caminando acercándose y alejándose del centro de la calle.
La corresponsal de EL UNIVERSAL, en la búsqueda de Alejandro consultó a líderes de organizaciones de diversidad sexual por la posibilidad de que el supuesto tío formara parte de ellas, pero no aportaron pistas; periodistas locales también desconocían la identidad del menor.
Por ello optó por recorrer las calles por donde el pasado sábado avanzó la Marcha por la Familia Natural en la que participaron más de 10 mil personas, lideradas por el Frente Nacional de la Familia, y logró localizar a los familiares del menor.
Municipio católico. Celaya es el tercer municipio más católico del estado con 91.2% de sus habitantes. Antes están Irapuato y León, de acuerdo con los indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2010). La marcha en contra de la iniciativa presidencial para reconocer los derechos de los homosexuales al matrimonio igualitario reunió a religiosas, integrantes del Movimiento Familiar Cristiano, grupos juveniles, padres de familia y niños.
El contingente, en el que dominaba el color blanco, avanzó lanzando consignas, exhibiendo mantas y carteles en las que exigía respeto a la familia natural, que es la “integrada por papá, mamá e hijos”. El obispo de Celaya, Benjamín Castillo, sostiene su desaprobación al matrimonio entre homosexuales. De acuerdo con las leyes de la Iglesia católica, la sociedad está fincada en la relación de un hombre y una mujer.