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Al conmemorarse el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, cientos de familiares de mexicanos desaparecidos se manifestaron en Coahuila, Veracruz, Guerrero, Nuevo León, Tamaulipas y Chiapas.
En Torreón, Coahuila, 30 familias del grupo Víctimas por sus Derechos en Acción (Vida) se plantaron en el panteón de la ciudad, donde reclamaron exhumar 458 cuerpos que fueron enterrados en los últimos años.
Silvia Ortiz, representante del grupo y madre de Silvia Stephanie Sánchez Viesca Ortiz, desaparecida el 4 de noviembre de 2004, reprochó la falta de voluntad del gobierno para exhumar e identificar los cuerpos.
Advirtieron al gobierno de Coahuila que de no acelerar las exhumaciones acudirán a los lugares donde estén enterrados los no identificados.
El colectivo de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec) realizó una marcha en el centro de la ciudad y pidieron la intervención del Sistema Internacional de la ONU para resolver los casos.
En Saltillo, el obispo Raúl Vera López ofició una misa en memoria de los desaparecidos y posteriormente se sumó a la manifestación que llegó hasta el Palacio de Gobierno.
A nombre de Fuundec, Diana Iris García indicó que 40 colectivos conforman el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México.
Desde 2010 han sido localizadas en este estado 78 fosas clandestinas, donde se han exhumado 51 cuerpos, dos osamentas y 7 mil 891 muestras biológicas, según la Procuraduría de Justicia. De acuerdo con la Subprocuraduría de Personas Desaparecidas, las muestras biológicas se encuentran en proceso de clasificación para determinar si son de restos humanos.
En Xalapa, Veracruz, familiares de desaparecidos se plantaron frente al Palacio de Gobierno. También realizaron una parada en el Palacio Municipal. Esperanza Hernández Hernández, del Colectivo por la Paz, aseguró que tienen contabilizados a 40 personas desaparecidas y la cifra ha aumentado en los últimos meses, puesto que han comenzado a detectar fosas clandestinas, incluso en los panteones.
En Tamaulipas, organismos de derechos humanos aseguraron que se tiene un registro de más de 7 mil personas desaparecidas, en los últimos 15 años. Durante el primer foro realizado por el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada en Ciudad Victoria, Josefina de León Mendoza, representante de la Red de Desaparecidos en Tamaulipas, explicó que de los 7 mil desaparecidos, 78% son hombres y 24% mujeres; sin embargo, la cifra podría incrementarse. Dijo que del total de desapariciones en el país, 24.75% se dan en Tamaulipas.
Raymundo Ramos Vázquez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, aseguró que Tamaulipas ocupa el primer lugar nacional en desapariciones forzadas, por que desde 2013 hay 174 casos de denuncia por ese delito.
En Monterrey, Nuevo León, existen más de 850 personas desaparecidas sin localizar. La religiosa Consuelo Morales Elizondo, directora de Cadhac, comentó que mientras la anterior administración estatal otorgaba una despensa mensual a las familias de los desaparecidos, el nuevo gobierno redujo la cantidad de artículos que incluía el paquete de ayuda y lo hizo bimestral.
Comentó que hasta el año pasado el gobierno de Nuevo León contaba con el perfil genético de más de mil 500 personas localizadas sin vida.
En Chilpancingo, Guerrero, marcharon familiares de desaparecidos de Iguala, Chilapa, Acapulco y de esta capital. Reclamaron mayor seriedad de parte del gobierno federal en la búsqueda, no sólo de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sino de cientos de desaparecidos en el estado.
Felipe de la Cruz, vocero de los padres de familia de los 43 normalistas, expresó que el gobierno federal no les ha demostrado científicamente que los 43 están muertos. Indicó que ahora la lucha se ha ampliado con la conformación de un frente de familiares de desaparecidos de cuatro ciudades. En Chiapas, más de 300 indígenas del Frente Nacional por el Socialismo (FNLS) marcharon por Fidencio Gómez Sántiz, integrante del FLNS. Los manifestantes también exigieron la aparición con vida de los 43 normalistas y de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, desaparecidos el 25 de mayo de 2007 en Oaxaca.
