El futbolista Alan Pulido sometió a dos de sus captores y consiguió que se le revelara el lugar al que lo habían llevado tras capturarlo, de acuerdo con la confesión de un sospechoso ante las autoridades.

Daniel Morales, el sospechoso que se encuentra detenido, confesó el jueves su participación en el delito y dijo que él no fue el único secuestrador sometido por el futbolista mexicano que juega para el Olympiacos de la liga griega.

Pulido fue secuestrado el sábado por la noche cuando salía de una fiesta. De acuerdo con un reporte oficial, el jugador de 25 años amenazó y golpeó a uno de sus captores para que le dijera dónde estaban, al tiempo que se mantenía al teléfono con un operador del número de emergencia 066.

En documentos obtenidos por The Associated Press, Morales Hernández, quien es apodado "La Foca", dice que él no fue el único captor sometido por el futbolista. Afirma que había otra persona que alcanzó a escapar antes de que llegaran las autoridades al lugar que Pulido les indicó.

"Yo estaba abajo y 'El Gordo' (cómplice) con él, arriba en el segundo piso. Oí forcejeos y cuándo subía el secuestrado lo tenía para abajo y me disparó con el arma. Después vi que mi compañero se salió corriendo por la puerta trasera de la casa. No sabía dónde estaba y no supe para dónde escapar", narra Morales en su declaración. "Me dijo que alzará las manos porque si no me iba matar. Lo hice y comenzó a pegarme y hablar con mi número".

Morales dijo que el esposo de una prima del futbolista, identificado como Osvaldo Velázquez García "El Pelón", fue quien dio la idea de secuestrarlo.

"No dábamos con el domicilio, hasta que él salió a encontrarnos y nos llevó al sitio de la fiesta. Pasamos por afuera y esperamos", dijo en su confesión.

Una vez que Pulido salió con su novia, Velázquez García alertó a sus cómplices, detallando en qué tipo de vehículo viajaba, según el detenido. Luego, le cerraron el paso con una camioneta y lo sometieron, llevándoselo a una casa donde lo mantendrían cautivo.

El hermano del jugador dijo en una segunda entrevista televisiva que el delantero del Olympiacos está actualmente en la ciudad de Monterrey y que se encuentra bien pero indispuesto y nervioso por la seguridad suya y de su familia.

El secuestro ocurrió a una semana de la celebración de las elecciones de las que saldrá el nuevo gobernador del estado de Tamaulipas, en la frontera con Texas, donde operan desde hace años los cárteles rivales del Golfo y Los Zetas. A las organizaciones se les acusa de perpetrar secuestros, extorsiones y robos, así como de realizar actividades relacionadas con el tráfico de drogas.

Estadísticas oficiales señalan que en los primeros cuatro meses del 2016 se han reportado 41 secuestros en Tamaulipas, en comparación con los 78 ocurridos en el mismo periodo del año anterior. La cifra real, sin embargo, sería mucho más alta debido a que la mayoría de la gente no denuncia estos casos ante las autoridades.

ahd

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