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alberto.morales@eluniversal.com.mx
Carlos Joaquín González, candidato de la colación Una Nueva Esperanza, afirma que enfrenta una elección de Estado y a un grupo político, donde se encuentra el ex gobernador Félix González Canto, que desde hace 12 años ha querido mantener el poder en la entidad.
“Me estoy enfrentando a un grupo que viene decidido a gobernar Quintana Roo durante 18 años, lo han hecho los 12 primeros y están en la búsqueda de seis más a través de su candidato, pero eso es más de lo mismo”, asegura el político que en febrero renunció a su militancia priísta y ahora compite bajo las siglas de la oposición.
Carlos Joaquín, medio hermano del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, asegura que conoce muy bien a ese grupo y se deslinda al señalar que no formó parte de él cuando fue parte del PRI.
“Ese quizá sea uno de los temas por el cual en el PRI nunca tuve la posibilidad de trascender en esta oportunidad (candidatura) que hoy tengo en otra coalición y en otros colores”, dice.
Sin revelar su estrategia, asegura que se enfocará en ganar “a esa maquinaria electoral” del Revolucionario Institucional, por medio de la “búsqueda de metas y objetivos fuertes que me permitan ganar el estado”.
Explica que su principal fortaleza está en la confianza de la gente porque la ciudadanía realmente quiere un cambio, algo nuevo, salirse del mal gobierno del PRI porque los han tenido “muy cortos, sin oportunidades y no ha permitido el crecimiento de la población”.
¿Cuál será su campaña para la gubernatura?
—Queremos ponerle un toque de alegría, pero sobre todo, de cercanía con la gente. La idea es escuchar la problemática que hay a diario, nosotros hemos privilegiado el ir a buscar a la gente donde va y el poder dialogar con todos ellos.
En estos primeros 10 días voy a reunirme con cada una de las estructuras de los 11 municipios, ver a los ejércitos con los que vamos a tocar todas las puertas del estado, quienes colaborarán conmigo los próximos 60 días en búsqueda de llegar al mayor número de personas posibles.
¿Qué está en juego en esta elección?
—Este 5 de junio los quintanarroenses se juegan una opción de cambio, de un gobierno que en los últimos 12 años ha incrementado la deuda del estado, que ha incrementado los niveles de impunidad, injusticia, de corrupción y que en los últimos seis ha mantenido un autoritarismo y terror en la población.
¿Qué busca su postulación?
—Nuestro proyecto es la opción de cambio, de un Quintana Roo parejo, de oportunidades para todos, de respeto a los derechos humanos, con libertad de expresión, y ésa es la gran posibilidad que yo veo.
¿Cuáles son los problemas que enfrenta la entidad?
—El estado vive unas diferencias muy grandes entre los municipios rurales e indígenas y los que viven del sector turístico. Estas desigualdades son las que tenemos que trabajar porque gran parte del decrecimiento económico se da en la zona sur, donde hay desempleo, una depresión económica, social y han empezado los problemas de inseguridad.
En materia de seguridad, ¿cuál es la prioridad en su plataforma?
—Los niveles de delincuencia han subido, el robo a casa habitación y en las calles. Pero tenemos un problema de violencia contra las mujeres, de llegar al Ejecutivo estatal se pedirá una alerta de género para atender este problema.
¿Le faltó experiencia al gobernador Roberto Borge Angulo?
—Sí le faltó la experiencia que te da el participar en la vida pública, de manejar niveles económicos de empresas, le faltó más currícula.
¿Ve una campaña en su contra?
—Cómo no, desde hace varios meses, mi presencia en Quintana Roo, estando en la Subsecretaría de Turismo, era negada por el propio gobernador, quien pedía que no viniera al estado y cuando lo hacía me perseguía.
¿Tiene confianza en el proceso electoral?
—Estoy seguro que vamos a ganar, yo quiero ver una contienda limpia y justa donde quien decida sea el pueblo y no un grupo en el poder y espero que haya un resultado con la gente.
Se dice que usted es el candidato del presidente Enrique Peña Nieto, ¿es verdad?
—Trabajé con el Presidente, estuve en su equipo de transición, estuve tres años en el gobierno federal, aunque no tuve una relación cercana con él.
¿Ya habló con su hermano Pedro Joaquín sobre su postulación?
—Sí, cómo no, le expresé mi forma de pensar, la decisión que he tomado, lo deslindé de cualquier responsabilidad al respecto, Pedro y yo somos hermanos, nos estimamos y queremos, pero nuestras carreras profesionales van por caminos distintos; él seguirá con sus ideas. Él me deseó suerte, me pidió que me cuidara. Pero él se mantiene en el PRI y yo ya no lo estoy.