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El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, afirma que le dejaron una “bomba de tiempo” en el penal de Topo Chico, cuando magistrados —a través de amparos— permitieron mezclar a delincuentes rivales como Jesús Iván Hernández El Credo y a Juan Pedro Saldívar El Z-27 en una prisión que no fuera de alta seguridad.

En entrevista con EL UNIVERSAL, luego de la riña del jueves en el penal que dejó 49 muertos, adelanta que cerrará la prisión, y busca que este mismo año se construya una nueva cárcel a las afueras de Monterrey.

El Bronco recuerda que desde que asumió el poder —en octubre pasado— planteó a la Secretaría de Gobernación que le autorizara la construcción de un nuevo penal. Lo escucharon, pero no fue posible obtener los recursos necesarios para este año.

Se dice dispuesto a vender algunas propiedades del gobierno de Nuevo León que ayuden a financiar la construcción del nuevo centro penitenciario, cuyo costo se calcula en alrededor de 5 mil millones de pesos.

De visita en la Ciudad de México, donde tuvo encuentros privados, Rodríguez Calderón asegura que desde que llegó al gobierno sabía las condiciones de los penales, pero “no podían resolverlo de la noche a la mañana”, porque ni siquiera tenía las herramientas, pues no hay recursos.

“Estaba en la Ciudad de México”

El gobernador señala que la muerte de los presos es “una tragedia que no debió haber pasado”.

La noche del enfrentamiento estaba en la Ciudad de México, donde sostuvo reuniones con 12 alcaldes de Nuevo León, para tratar temas presupuestales y seguridad. Y no alcanzó el último vuelo comercial a esta entidad.

Se enteró del motín 15 minutos después de la media noche y pidió apoyo de un avión en San Luis Potosí para regresar. Asegura que desde que supo de la riña operó con su gabinete, siempre al tanto de la situación.

El jueves llegó a Nuevo León alrededor de las 6:00 de la mañana e inmediatamente sobrevoló el penal.

Rodríguez Calderón rechaza que promover candidatos independientes lo distraiga de su gestión, como acusaron senadores del PRI.

Sigue convencido de que un independiente ganará la Presidencia de la República en 2018. Afirma que no piensa en ello, pero si tiene la oportunidad, en su momento lo decidirá.

El Bronco adelanta que hay elementos para ir contra casos de corrupción en la pasada administración; sin embargo, los está armando con solidez para que no se caigan.

“Verás peces flacos, gordos, tiburones, ballenas, si lo quieres tomar así con el léxico que siempre se expresa uno, no puedo hablar de personas, me lo impide la ley”, dice.

A cuatro meses de gobierno, ¿cómo va Nuevo León?

—Yo me siento bien, hemos tenido problemas, recibimos un gobierno muy difícil, tampoco me quejo porque yo sabía cómo estaba.

Hemos logrado poner orden en el gobierno, hemos tenido ahorros muy importantes y dejado de gastar. Estamos reestructurando. Pedí seis meses y no podíamos hacer ocurrencias.

Sin herramientas para resolver

Hoy (ayer) han pasado cuatro días de la riña en el penal de Topo Chico, ¿Qué análisis hace?

—Que tenemos un sistema penitenciario caduco, corrupto, hay una herencia de años, ancestral del sistema penitenciario. Nosotros en Nuevo León tenemos 120 días que llegamos al gobierno. Han pasado cuatro días y tenemos consignadas a las personas.

Hay un cáncer hacía el interior de los penales, y tenemos que verlos como prioridad. Desde que llegué al gobierno lo he estado viendo.

Una de mis preocupaciones fundamentales es esa porque ahí se produce y se cultiva gran parte de acciones de delincuencia; sin embargo, no podíamos resolverlo de la noche a la mañana porque ni siquiera las herramientas tenemos, un gobierno quebrado, un gobierno sin recursos, un gobierno que tenía que privilegiar la certeza financiera para sostener un equipo de policías dándole seguridad al estado, la educación y salud.

¿Le dejaron una bomba de tiempo?

— Sí, y creo que puede haber otras, estoy poniendo atención, es increíble que un reo que viene de Matamoros en un Cefereso de seguridad lo envían a un penal que no tiene los niveles de seguridad que tiene aquel.

Cómo es posible que un magistrado haya tomado esa decisión.

Cómo es posible que otro magistrado le haya otorgado otro amparo al otro, los dos casos nosotros los previmos y llegamos a un acuerdo con la Federación para despresurizar los penales y nos ha ayudado, y cuando ese reo se entera de su traslado, un juez lo ampara para evitar su traslado a un penal de alta seguridad.

¿Qué pasa? ¿Qué sucede? En un país donde ha crecido la violencia y he advertido que los jueces están rebasados, no estoy culpando a los magistrados, pero al ver el nombre de ese ni se iba a acordar.

Los abogados que defienden delincuentes son demasiado hábiles y están destruyendo parte del país, lo hacen pensando en ganar dinero, no pensando en que es inocente.

Porque quien defiende a un delincuente que sabe que robó, mató, secuestró, esa persona se ampara para que no lo muevas de un penal donde sabe que está haciendo daño y lo dejas ahí, y mira lo que resultó, 49 personas muertas y hay 49 familias y miles que tienen temor a los riesgos que esto implica.

¿A qué delincuentes se refiere?

— A quien le dicen El Credo estaba amparado para el traslado, el otro... el Z-27, estaba en un penal de alta seguridad y lo cambian en noviembre del año pasado, eso es una bomba, no necesariamente alguien la puso, nadie la hizo… es una bomba, cuando tú llevas a dos gentes rivales, es una bomba, y a eso me refiero cuando digo que es una bomba y puede haber más bombas, sino separamos y hacemos el trabajo de construir otro penal y meterle ganas a eso, no estamos resolviendo.

¿Entonces el sistema de justicia penal en México está ayudando delincuentes?

—Claro, porque estamos mezclando. El que está encerrado y sabe que va a estar mucho tiempo, explota al que está ahí de una manera impresionante, son gente que tiene tiempo de ser delincuentes y malos, los encierras con otros, obviamente no los vas a rehabilitar, no estamos rehabilitando a nadie, en ninguna parte, los estamos encerrando y ahí los mantenemos y no les damos la rehabilitación que se necesita.

¿Conocía las condiciones de los penales?

—Sí, y estamos tomando acciones; propuse y he propuesto a la Secretaría de Gobernación, que nos autorizaran la construcción de un nuevo penal desde que yo llegué en octubre. Nos escucharon, pero no fue posible ponerlo en el presupuesto de este año, pero fue precisamente porque yo veo y visualice, no esta tragedia, esta tragedia es extraordinaria, no fue previsible, si no hubiera puesto puntos preventivos.

Pasó en el penal de Apodaca hace tres años, con mejores condiciones de prevención. Este [Topo Chico], increíble, lo tenemos en el centro de la ciudad, yo quiero sacarlo, desde campaña lo dije.

Sacarlo nos implica 5 mil millones de pesos, 4 mil 800 millones es lo que cuesta construir un nuevo penal, estoy pensando para este año, estoy tomando decisiones.

Acabo de estar con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, instalamos una mesa que rápido tome decisiones financieras, porque no tenemos recursos, pero tenemos patrimonio para vender y construir el penal. Creo que eso no me lo negarían los diputados y la Federación puede ayudar con fondos y una asociación con particulares que tome en cuenta el patrimonio que tenemos y nos construya a cuenta de... tenemos que tomar una decisión.

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