Saltillo.— Laura Rocío “N” murió ayer en Acuña, cuando era trasladada al Hospital de Sub-zona 13 del IMSS. Tenía 14 años de edad y estaba embarazada, por lo que médicos de guardia le practicaron una cesárea post mortem y lograron salvar al bebé, un varón que está bien de salud y pesó 2 kilos con 800 gramos.

La madre de la menor, Liz Faridi, de 33 años de edad, aseguró a los doctores que no sabía que su hija estaba esperando un bebé, porque no se dio cuenta y ella nunca le comentó nada. Dijo que este lunes en la madrugada su hija le dijo que se sentía muy mal, por eso la llevó al Seguro Social.

Relató que como a las 5:00 horas llegaron a la Unidad de Medicina Familiar 87 del IMSS, pero como la menor presentaba una descompensación muy fuerte, por presión sanguínea baja, taquicardia y el nivel de glucosa fuera de los parámetros normales, por eso la mandaron al hospital, a donde no alcanzó a llegar.

Cuando llegaron a la institución el médico de turno se percató que la menor estaba preñada y el producto seguía vivo. Practicó la operación para extraer el pequeño de aproximadamente 8 meses y medio de gestación. Aunque el nacimiento prematuro fue posterior a la muerte de la madre, la rapidez con la que actuaron los cirujanos fue determinante para salvar al bebé.

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