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Monterrey.— La exploración y explotación de pozos para la extracción de gas Shale pondrá en grave riesgo a la zona metropolitana de Monterrey, no sólo por la posibilidad de sismos de 5.7 grados en la escala de Richter, como el registrado en Oklahoma en 2013, sino también por la contaminación con fluidos químicos de la presa El Cuchillo, que dota a la zona metropolitana de 60% del agua que consume.
Asimismo, advirtió el doctor Juan Manuel Rodríguez Martínez, jefe del Departamento de Geohidrología y Geofísica del Instituto de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), hay un riesgo enorme si un sismo de mayor intensidad llega a romper la cortina de la presa El Cuchillo, pues las cabeceras municipales de China, Cerralvo y General Treviño serían barridas por el torrente.
Al participar en el foro “Por el derecho humano al agua, contra el fracking en Nuevo León”, Rodríguez Martínez dijo que la práctica de inyectar a alta presión fluidos con químicos ha provocado en la entidad 277 sismos, el de más intenso fue el registrado el 26 de noviembre de 2013, que alcanzó 4.5 grados en la escala de Richter.
En la medida que las empresas transnacionales que ganaron los contratos intensifiquen la exploración y explotación de gas Shale en la Cuenca de Burgos, donde el gobierno federal proyecta la perforación de cuatro mil 50 pozos para 2022, aumentará la posibilidad de que ocurran en la región, sismos de hasta 5.7 grados en la escala de Richter, como el registrado en Oklahoma, Estados Unidos, en 2013, que dejó grandes daños en la infraestructura, dijo Rodríguez Martínez.
Advirtió que la extracción de gas Shale en la Cuenca de Burgos, mediante el fracking, es un proyecto que tiene más debilidades y amenazas que fortalezas y oportunidades, pues además de la inseguridad por la presencia del crimen organizado, cada pozo exploratorio tiene un costo de 10 a 15 millones de dólares, y aquí, “conociendo la idiosincrasia” nacional, se elevarían los costos hasta unos 100 millones de dólares.
En tanto, Claudia Campero, de la Alianza Mexicana contra el Fracking, alertó que los neoleoneses perderán el derecho humano al agua, si no se movilizan contra este proyecto y permiten que prevalezca la agenda en materia de política energética.
