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Monterrey.— El gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, pidió a la administración de Rodrigo Medina de la Cruz frenar el proyecto Monterrey VI, y a los empresarios que ganaron la licitación para la construcción de la obra, “no arriesgar más allá de lo que ya invirtieron”.
Después de reunirse con los integrantes de su equipo de transición para conocer los avances de sus trabajos, Rodríguez Calderón expuso, en rueda de prensa, que si Rodrigo Medina le pidiera opinión sobre el acueducto Monterrey VI “yo le diría detenlo, pero no me la ha pedido”.
El Bronco agregó que se trata de “un proyecto polémico que tiene que ser revisado a precisión”. Cierto que Nuevo León necesita el agua, “pero no sé ni tengo el conocimiento de que eso pueda resolverlo ahorita”, señaló.
Dijo que han estado hablando con expertos, quienes les han proporcionado información que van a analizar, y además le pidió a Enrique Torres Elizondo, encargado del área de Obras Públicas y Desarrollo Sustentable en su equipo de transición, para que hable con directivos de la empresa Agua y Drenaje, a fin de conocer los argumentos de la administración estatal que promueve la obra.
Expresó que se busca tener una explicación concreta que tranquilice a todos los actores y a los ciudadanos de Nuevo León, por eso, mientras tanto “vale la pena que se detenga” el proyecto, ante la polémica que ha desatado por el alto costo y problemas ambientales que provocaría en la cuenca de origen del acueducto.
En ese sentido, Rodríguez Calderón pidió a los constructores que ganaron la licitación de la obra a “no arriesgarse más allá, a no invertir más si es que lo están haciendo”.
Declaró que buscará reunirse con ellos para conocer su opinión y poderles plantear la suspensión de la obra. “Es una sugerencia, no puedo tomar una decisión, por no estar todavía en la función de gobierno”, dijo.
El gobernador electo comentó, por otro lado, que la legislación electoral deberá ser revisada porque está hecha para los partidos en perjuicio de los candidatos independientes.
Precisó que en las elecciones donde él resultó triunfador, con un millón 20 mil votos frente a 900 mil de los candidatos priísta y panista, ambos partidos se quedaron con 90% del Congreso, “lo cual es injusto”, dijo.
