Clínica de Periodismo
Su piel morena, los platillos típicos, las costumbres y las diferentes lenguas que se hablan pero, sobre todo, la música mexicana, son los rasgos que hacen sentir a Rosalía León orgullosa de su país.
Y es justamente la música su herramienta para preservar y transmitir la cultura mexicana.
“Tuve la oportunidad de vivir en Estados Unidos, y al ver una combinación de tantas culturas me di cuenta que los mexicanos tenemos bien entendido quiénes somos y a dónde vamos, por lo que tenemos que cultivar en las nuevas generaciones esta identidad mexicana”, comenta en entrevista.
Después de su primer disco Alegorías, en 2012, la cantante estrena su segundo álbum, Más alto, el cual contiene ocho temas originales en los que trabajó durante poco más de un año, tomando inspiración, dice, de su país, de sus experiencias propias y del ejercicio de escuchar las historias de sus amigos y otras personas.
“Tuvimos mejores estudios de grabación, un productor que sabe bastantes de guitarras, Pavel Cal. El trabajo fue más extenso, pero necesario si queríamos llegar más alto. El resultado fue una calidad sonora muy brillante”.
Rosalía cuenta que realizó varias maquetas para mostrarlas a quienes serían sus invitados de lujo, y al recibir su aprobación supo que el proyecto sería todo un éxito.
“Susana Harp creyó en mí. Ella sabe de música mexicana y para que una cantante como ella me reconozca y cante una canción mía es hermoso”.
Entre los colaboradores destacan: Susana Harp, Julio Revueltas, Sole Giménez, Edgar “Cholo” Lozano, Cristian Quintero y la guitarra de Mike Stern, éste último le da toda la fuerza a la canción que le da nombre al disco, Más alto.
También contó con la presencia de invitados nahuas, una comunidad indígena en el sur de México, que colabora en el tema “Xochipitzahua” y ayudó a la cantante con la pronunciación de la lengua.
Rosalía espera que algún día México pueda proyectar una imagen de unión a todos. “Mi disco es un forma de decir que vivamos intensamente, y gracias a la unión de las redes sociales, mi música ha llegado muy lejos, me han escrito personas de Ucrania, Estados Unidos, Sudamérica, Chile, Francia. Creo que el mensaje está creciendo”.