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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Daddy Yankee tuvo que hacerse empresario por obligación, pues ninguna disquera creía en su música y mucho menos estaban dispuestos a tomar su producto para comercializarlo.
“No lo entendía, pensaba ‘¿por qué no me quieren apoyar?’; me tocó ir a manufacturar, distribuir por mí mismo, hacer intercambios con las tiendas e irlo a vender. Me quejaba entonces, luego agradecí que cuando explotó el género ya conocía todo el negocio y cuando las disqueras me ofrecieron les dije ‘no, porque independiente hago más dinero’ y ellos no me ofrecían nada que me interesara. Yo prefiero vender menos y buscarme más dinero, fui a negociar con poder y las cláusulas y reglas cambian”, contó.
El cantante sabe que ha dejado huella en el género urbano, pues ahora es una marca a seguir. Cuando él comenzó a abrirse terreno había que buscar oportunidades, ahora llegan solas y eso lo demuestra su último sencillo “Shaky, shaky”, que ha sido muy bien recibido.
“Al ser del Caribe el baile, la energía y la rumba son parte de nuestra cultura, algo que las personas quizá no entienden, que está en nuestra naturaleza; somos esponja de lo que vivimos y nos estamos nutriendo de ello en nuestro estilo de vida, no puedo descartar ese lado”.
Desde su punto de vista todo se trata de tener cordura, templanza y enfocarse en una meta, en este momento editar para 2017 su nuevo álbum El disco duro. En el material tendrá colaboraciones con J Balvin, Nicky Jam, Plan B, Zion y Lennox, Karol G y Farruko, por lo que, adelantó, dará de qué hablar.
“No pienso en mi ego, mi orgullo o ser vanidoso, cuando se habla de un disco se supondría querer hacerlo todo por uno mismo. Yo leo los comentarios y los fans me escriben, me dan ideas; tenemos conexión por las redes sociales y ¿por qué no hacerlo si ellos lo piden? No soy de los artistas que me amarro a la idea de hacerlo todo yo, sino que quiero llenar las expectativas del fan”, comentó quien para 2017 traerá a México su gira Los Cangris, con Nicky Jam.