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Nuevas voces se suman al reclamo de la cantante estadounidense Taylor Swift, quien en 2014 retiró todos sus discos del sitio de música por streaming, Spotify, luego de señalar que este servicio se estaría enriqueciendo a costa de los artistas.
Esta vez el turno fue de Melissa Ferrick, una cantante de indie-folk, de 45 años, quien acusó a la plataforma de estar violando sus derechos de autor.
Ferrick afirmó que sus canciones han sido escuchadas más de un millón de veces en los últimos tres años, pero que Spotify no ha generado los derechos de autor que le corresponden.
Por esta razón, la cantante demandó por 200 millones de dólares al sitio de música por streaming valorado en 8 mil millones de dólares.
Ferrick acusa a Spotify, que ofrece un amplio catálogo de música en línea sin descarga, de no advertir a los propietarios de los derechos de autor cuando crea una carpeta que permite escuchar una nueva pieza musical.
Melissa Ferrick alcanzó cierta notoriedad en 1991 cuando fue invitada como telonera a una gira del cantante Morrissey.
El primer artista en atacar a Spotify por este hecho fue David Lowery, líder de las bandas de rock alternativo Cracker y Camper Van Beethoven, quien reclamó en diciembre 150 millones de dólares al sitio luego de que este reprodujera canciones del cantante protegidas por derechos de autor.
Ambas demandas, cada una interpuesta por un artista individual ante un tribunal en Los Ángeles, piden a un juez autorizar una demanda colectiva a la que se sumen otros artistas.
Además de Taylor Swift, quien decidió retirar sus discos del servicio streaming justo cuando su álbum 1989 comenzaba a despuntar, otros artistas que han seguido sus mismas acciones son Beyoncé, Coldplay o los Black Keys, algunos la pusieron al mismo tiempo a la venta en iTunes.