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christian.leon@eluniversal.com.mx
La popularidad del conductor radiofónico Jessie Cervantes no le ayudó a poder publicar su primer libro Emociones en sintonía.
Para Cervantes, quien desde hace tres décadas está tras un micrófono, darse cuenta que para el mundo editorial él no existía fue un shock, pero a su vez fue una desafío que estuvo dispuesto a afrontar.
“Pensé que era muy fácil publicar; cuando acabé el libro fui a una editorial grande del país, llegué y no pasó nada, me batearon, me dijeron que si no era de autoayuda no me lo iban a publicar. Fue fuertísimo para mí, un mazazo al ego, pero lo disfruté porque me hizo replantearme y asumir que en el mundo editorial no existo”, explicó Cervantes a EL UNIVERSAL.
El locutor continuó tocando puertas editoriales, que se cerraban o ni siquiera se abrían, por lo que incluso pensó en tomar el control total de su libro.
“Algunas editoriales ni siquiera me recibieron, me decían que dejara mi texto y ellos me hablaban, algo que nunca ocurrió. Fue fuerte y hasta pensé en publicarla por mi lado, correr con los gastos para editarlo, pero llegué a la editorial que me la aceptó; me hicieron críticas importantes, aprendí mucho de edición, corrección de estilo, fue un estira y afloje”.
Entre los ajustes que el conductor de MVS Radio hizo a su texto está el que, si bien gran parte es biográfico, tuvo que meterle mucha ficción.
Al estarlo escribiendo se percató de que su vida no era tan emocionante.
“Todo lo que le pasa a mi personaje es un poco biográfico; Luciano (el protagonista) es el nombre de un hermano que murió al nacer y Berenice es el nombre que mi esposa quiso tener. Mi sueño era hacer un libro radiofónico pero no quería que fuera muy técnico, que se quedara en una biblioteca. Pensé que me vida era digna de contar pero tras empezar a escribirlo me di cuenta que tenía que mezclarlo con ficción si quería que fuera entretenido”.