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nora.marin@eluniversal.com.mx
Los Ángeles.— Son las 13:10 horas; su familia está reunida en la mesa y la espera para comer antes de irse a la filmación de Beatriz at dinner; su mamá cocinó hoy sopa de fideo y asado, platillos que le traen todos los recuerdos y sabores de México, el país que, dice Salma Hayek, ama y a la vez le provoca melancolía.
“¿Cómo veo México? Me entristece —solloza—. En esta película (Beatriz at dinner) canto una canción de un autor español: ‘Las simples cosas’ que dice: ‘uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida y entonces descubre cómo están de ausentes las cosas queridas’ y casi no la puedo cantar porque se fueron tantas cosas de México. A mí me tocó el mejor México”, reconoce la actriz veracruzana en entrevista exclusiva para EL UNIVERSAL desde su casa en Bel Air.
Ilustración: Carreño
El estado que la vio nacer hoy hace 50 años y en el que pasó su infancia jugando en las calles también le provoca sentimientos encontrados.
“Es un caos. Tan bonito, la gente siempre tan alegre y ahora está triste, con miedo y con sobrada razón. La gente vive torturada psicológicamente. Lo veo con mucha tristeza; siempre con mucho amor y siempre está presente en mi vida, pero se siente. Y a veces lo ves más cuando estás afuera, cuando no estás en tu tierra”.
Por eso, explica que es cuidadosa de lo que escribe en sus redes sociales, pues no quiere mostrar una imagen negativa del país.
“Nada de ‘recen por México’ y así. Porque muchos, la mayoría de mis seguidores, son turistas de otros lados o potenciales turistas para el país, entonces si pongo cosas de México que me preocupan, estoy quitando turismo que nos urge.
“No puedes poner en un Instagram la complejidad del tema de Oaxaca y los maestros, ¿qué dices, qué pones?”
Con frecuencia, comenta la actriz, la gente le reclama por qué no hace algo por México.
“Lo que más hago en México es microfinanciamiento para las mujeres. Hay lugares en donde puedes hacer cosas concretas, pero no puedo hacer nada para parar la guerra del narcotráfico”.
Sobre la posibilidad de que una mujer llegue a la presidencia del país, señala que la propuesta tendría que ir más allá de eso.
“No es que sea mujer o no, pero sí creo que México está desesperado por una persona que suba al poder y que devuelva la dignidad a los ciudadanos, que promueva la honorabilidad dentro del sistema y no sé si ahorita hay un candidato así. Pienso que con que se concentren en dos cosas, el país se arregla instantáneamente: no más corrupción y respetar la Constitución. Parece sencillo…”
Sobre un piano en la sala de su casa lucen fotografías familiares; destaca una donde aparece saludando al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para quien reunió fondos durante su campaña de reelección. Este año tiene sus esperanzas en Hillary Clinton, también demócrata.
“Su propuesta es matemáticamente realista, sensata. No trató de decir que va a ser más de lo que va a hacer. Como Bernie (Sanders), que decía cosas que no iban a ser posibles. La única persona que está diciendo algo pragmático, viable y que además son cosas por las que ella ha trabajado toda su vida… Que si los e-mails… En 40 años de servicio público lo único que le han encontrado son esas cosas. Ha cometido errores, sí, qué bueno, porque los aprende y se ve en la evolución”.
Todo lo contrario piensa de Donald Trump. La actriz está convencida de que todo lo que dice el candidato republicano podría ponerlo en práctica.
“Su estupidez viene de la ceguera por el egocentrismo que tiene. Es estúpido lo que dice porque el Presidente de México no va a pagar la barda. No tiene idea de cuánto cuesta. Hicieron un presupuesto y nada más del material para pagar la barda eran 17 billones de dólares. Pero, espera, el dinero que se pierde por no tener a estos trabajadores aquí; ellos no tienen suficientes personas para ponerles la comida en la mesa. Ni que lo quieran hacer ni que lo puedan hacer. Además, tendrían que pagar mucho más de sueldo a quien hace ese trabajo y tendrían que aprender. Se cae la economía de EU si lo hace. “Él no tiene muchos planes, no ha dicho mucho, pero con lo poco que ha dicho pondría en una deuda histórica al país, y esto no lo digo yo, está superestudiado”.