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Marbella.— Poco le faltó para decir, como su personaje de El Lonje Moco, “fue horrible, fue horrible”.
La anterior vez que Eugenio Derbez habló de política le fue mal. “Me metí en muchos problemas”, dice con la carcajada nerviosa que suele usar cuando sabe que, a pesar de todo, está a punto de meterse en nuevos problemas.
“Pero ahora hablo y escribo de El Chapo porque ahí está la comedia. ¿Quién les va a creer... No voy a decir nombres, pero quién les va a creer a los que están saliendo a declarar que esto no estuvo súper planeado? Mejor le hubieran abierto la puerta y dejado salir. Es vergonzoso como país”.
Para Eugenio Derbez, que llegó a esta ciudad para la entrega de los premios Platino a lo mejor del cine iberoamericano, el tema político se ha convertido, asegura, en un riesgo. Ahora, al expresar su opinión sobre la segunda fuga del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán de una cárcel de máxima seguridad, el comediante y director toma sus precauciones.
“Ya no voy a decir nombres pero está muy claro. Tú ves el túnel y es evidente que lo hicieron con maquinaria pesada; hay una cantidad de corrupción tremenda, por supuesto que este hombre (El Chapo) compró a todo mundo”. Y remata: “El problema es qué tan arriba llegó, porque es obvio que llegó a arriba”.
Desde que se dio a conocer la noticia del escape de Guzmán Loera de la cárcel del Altiplano, Derbez ha usado sus cuentas de redes sociales y su página de Internet para referirse al hecho en clave de humor. Pero ayer, en un tono serio, señaló: “Es vergonzoso como país. Eso de que salgan a decir: ‘No sabemos qué pasó, fue sorpresa’, ¡por Dios santo!” Y no, no dice “fue horrible” pero sí exclama: “¡Qué hipocresía!”
La segunda fuga de quien hoy es el enemigo número 1 de Estados Unidos provoca otra reflexión derivada de, por ejemplo, las muestras de apoyo que suele convocar El Chapo.
“Lo que oye uno es que en su pueblo hacía cosas buenas; con el dinero que ganaba de mala manera, de manera criminal, hacía cosas como pavimentar las carreteras, y se decía que a su pueblo lo tenía bien cuidado”. Y pone el dedo en un vacío político: “Es decir, El Chapo hacía lo que el gobierno no hace. Eso te pone a reflexionar que no es tema sencillo”.
Pero no sólo de El Chapo habla, también de su trabajo en EU.
“El lunes comienzo a filmar una película en la que interpreto a un médico; es decir, ya no es un estereotipo, es un personaje que, sin importar su nacionalidad, puede interpretar cualquier actor”, detalla.