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Este lunes Banxico dio a conocer los resultados de la cuenta de viajeros internacionales de 2017, confirmando que nuestro país recibió una cifra récord de 39.3 millones de turistas internacionales, un crecimiento de 12% anual. De este total, 18.6 millones llegaron por la vía aérea, 10% más que en 2016 y también un nuevo máximo histórico.
Este comportamiento se repite en materia de ingresos captados por turismo, Banco de México reportó la entrada de 21 mil 300 millones de dólares por dicho concepto, la cifra más alta desde que tenemos registro y que significa un crecimiento de 9% con relación al año pasado.
Para poner esto en perspectiva, los casi 40 millones de turistas significan que a lo largo del año recibimos y prestamos todo tipo de servicios al equivalente a un tercio de toda la población del país, por lo que no es de extrañar que de esta actividad dependan ya 10 millones de empleos, directa o indirectamente.
El total de la derrama económica proveniente de los turistas equivale a 3 cuartas partes de las remesas de todo un año, y a más del 80% de todos los servicios que el país exporta. El superávit externo por turismo de 10.5 mil millones de dólares, es del mismo tamaño que todo nuestro déficit comercial de un año, y del 65% de todo el déficit en Cuenta Corriente, así de importante es el turismo para las cuentas externas.
Estos resultados son producto del esfuerzo coordinado de los empresarios y trabajadores del sector que, junto con una política pública consistente y enfocada a hacer del turismo un motor de desarrollo, han permitido un crecimiento en visitantes y derrama económica en cada uno de los 5 años que lleva la administración del presidente Peña Nieto.
Una vez que la Organización Mundial de Turismo publique los resultados mundiales de 2017, estas cifras nos deberán alcanzar para al menos ascender un escalón en el ranking mundial y ubicarnos en el lugar 7 por número de visitantes, algo que nunca habíamos conseguido.
Si bien estos logros y todos los beneficios que generan para los mexicanos pueden ser motivo de satisfacción, de ninguna manera nos deben llevar a la complacencia, aún podemos hacer mucho para traer más visitantes, generar más ingresos y extender los beneficios a más mexicanos.
Una forma es diversificar nuestros mercados emisores ya que aún tenemos una concentración relativamente alta en Estados Unidos, con un poco más del 60% de todos los turistas que llegan por avión. Para lograrlo, se necesita una mayor conectividad con regiones hasta ahora poco atendidas.
Por ejemplo, hoy en día una buena parte de las conexiones internacionales se hacen a través de las grandes aerolíneas y hubs del Medio Oriente, sin embargo, todavía no hay un sólo vuelo regular de ninguno de ellos a nuestro país, aun cuando destinos de la región con menos afluencia como Argentina, Brasil, Chile, Colombia o Panamá, han logrado concretar conexiones.
Incrementar la conectividad también contribuye a enfrentar otra asignatura pendiente: aumentar el gasto promedio de los turistas que nos vistan vía aérea, que son los que más gastan. Aunque el gasto total siguió creciendo, el promedio por visitante descendió 2.3% a 909.4 dólares en 2017, aumentar esta cifra mediante productos con mayor valor agregado y estancias más largas, nos permitirá incrementar los beneficios para las comunidades receptoras.
En suma, entre mayores los logros, mayores se vuelven los retos del sector, la diversificación de los destinos emisores y el aumento en el gasto promedio se suman a los demás retos que hemos venido consignando en las entregas anteriores, y deben ser los que modelen la estrategia turística del país.
