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El objetivo ideal de cada elección es lograr que en el momento que el ciudadano esté frente a la boleta cruce la opción de su preferencia de una manera razonada e informada.
Sin embargo, en todos los procesos electorales el bombardeo de spots y de mensajes de los candidatos están usualmente pensados para apelar a las emociones del votante. También se enuncian propuestas, pero de ellas se ofrecen mínimos detalles. Quedan lagunas en la forma en que se pondrían en marcha sus programas.
Un voto informado se produce únicamente cuando hay conocimiento pleno de lo que algún candidato expone. ¿De qué herramienta puede valerse el electorado para adentrarse en los planes y propuestas de los aspirantes a cualquier cargo público?
Los candidatos seguramente responderán que se apoyan en las redes sociales para estar en contacto con sus simpatizantes y para exponer sus ideas; sus seguidores se cuentan por millones, ¿pero cuántos de ellos son reales?
Algunos aspirantes dirán que en los libros que han escrito se encuentran las claves de su pensamiento y de su eventual gobierno. Otros más que las respuestas aparecen en las plataformas de gobierno que entregaron al INE y que deben estar disponibles en las páginas electrónicas de sus partidos.
En cambio, aún no se logra que todos apuesten a confrontar ideas y propuestas con el resto de los contendientes frente a una cámara o un micrófono.
EL UNIVERSAL realizó un debate entre los aspirantes a gobernar la Ciudad de México. A la cita acudieron cinco de los siete candidatos. En el ejercicio se contrastaron asuntos importantes para la vida de la capital del país como seguridad, corrupción y desarrollo inmobiliario, y otros de corte polémico como la legalización de la marihuana. De manera clara los candidatos expusieron sus puntos de vista sobre los temas.
Tanto en el ámbito local como nacional, el debate público entre aspirantes debe convertirse en una característica de los procesos electorales. Discutir las vías para llevar a un municipio, a un estado o al país a un mejor nivel de desarrollo es indispensable: se alienta la libertad de expresión, se sientan las bases para dirimir diferencias con base en el diálogo y al mismo tiempo el ciudadano que no ha definido su voto tiene elementos de juicio para acudir a la urna el domingo 1 de julio y emitir un sufragio razonado.
La realización de este tipo de encuentros, convocados por medios de comunicación, universidades u otro tipo de organismos, contribuye a consolidar la vida democrática del país.
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