El Autódromo Hermanos Rodríguez volvió abrir sus puertas a un evento de corte internacional. Esta vez mostró su circuito completo para albergar las 6 Horas de México perteneciente al World Endurance Championship (WEC) con el objetivo de conquistar a los aficionados capitalinos, que no veían un espectáculo de este serial desde 25 años atrás.

Al inicio de la carrera, las tribunas mostraron cerca de un 75 por ciento de cupo, que se emocionó al ver las primeras vueltas de los bólidos con poderosos motores más ruidosos que los de la Fórmula Uno o los autos eléctricos de la Fórmula E, categorías que ya se han presentado con anterioridad.

Fue con el paso de las horas que el público empezó a buscar alternativas para entretenerse ante la larga duración de la competencia. Los más pequeños optaron por juegos mecánicos en donde los coches chocones fueron de los más solicitados. La cantidad de infantes fue considerable, pues el comité organizador lanzó la promoción de que los menores de un 1.20 metros entraran gratis.

Los más grandes optaron por visitar la zona de comida y bebidas, ir a los simuladores, visitar las tiendas de recuerdos y tomarse fotografías en los sectores de la pista en varios de los enormes letreros con la nomenclatura de la CDMX.

Uno de los momentos que más disfrutaron los presentes fue la firma de autógrafos con los pilotos en plenos pits. El equipo mexicano RGR Sport (del regiomontano Ricardo González, el brasileño Bruno Senna y el portugués Filipe Albuquerque) se llevó los reflectores al encontrarse con los aficionados con máscaras tricolores del luchador Dr. Wagner Jr.

La cantante Belinda fue la encargada de entonar el Himno Nacional antes de arrancar las 6 Horas de México. Un momento en donde aparecieron cientos de banderas mexicanas.

Pero así también aparecieron varias banderolas con los colores “verde amarelos” y la palabra Ayrton Senna escrita en medio. Fueron decenas de personas que aprovecharon la participación del sobrino del tricampeón de la F1, Bruno, para externar su recuerdo y admiración al piloto caído en 1994.

Los autos clásicos de la Vintage Mexico Series fueron los encargados de calentar la pista con su propia carrera a 15 vueltas, que duró 30 minutos. Clásicos como Porsche, Datsun, Camaro, Alfa Romero, Renault 8, Brasilia, entre otros, fueron un deleite para la pupila de los espectadores. El vencedor fue Pablo Cervantes a bordo de un Porsche 911.

Con la pista caliente, la WEC, emocionó desde que salieron al circuito. Más allá del resultado, el auto #43 del RGR Sports fue el que se llevó los reflectores con el apoyo de la gente. Era el único equipo mexicano sobre la pista y eso la afición lo reconoció en el regreso de una fecha del Campeonato Mundial de Resistencia a suelo mexicano.

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