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edgar.luna@eluniversal.com.mx
La incertidumbre rodea a Lucero Álvarez, portero de Lobos BUAP.
Los días pasan y la intervención por la fractura triple en su pómulo izquierdo no llega, ”no sé qué haya pasado... Se suponía que sería hoy [ayer], ahora me dicen que es el viernes”, comenta vía telefónica con EL UNIVERSAL.
Todo hacía indicar que la operación se realizaría lo antes posible, pero el doctor del club, José Marbán, decidió posponerla hasta el viernes, si no hay más obstáculos.
“El lunes me dijeron que la hinchazón había bajado, que todo iba bien... Ahora hay que esperar, pero bueno, lo tomo con mucho optimismo, esto no me va a derrotar, voy a salir adelante y regresaré más pronto de lo que se cree”.
La carrera del portero uruguayo no ha sido nada sencilla, luchó mucho por hacerse de un nombre, por salir de su país y por llegar a la Primera División de México... “ahora que lo conseguí, no voy a perderlo por esto, sólo fue un accidente, me voy a levantar, y volveré a recuperar mi lugar”.
Surgido de las fuerzas básicas del Nacional, no pudo hacerse de la titularidad en ese club, el más importante de Uruguay. “Me prestaron a muchos equipos del interior, y si no destacas en un grande, pues no puedes salir del país y ganar como quieres... Fueron años de mucho trabajar, de mucho pelear por jugar y por destacar, hasta que por fin se dio la oportunidad”, recuerda.
En 2013 al fin emigró, más no a donde él hubiera querido, se fue a Colombia, al Deportivo Pasto, “pero solamente estuve un año, porque vinieron de México para jugar en los Alebrijes [de Oaxaca]”, recuerda.
Y comenzó otra batalla, la de no quedarse estacando en la Liga de Ascenso. “Fueron años maravillosos, pero yo quería jugar en Primera [División]”, asegura.
Mas el sueño apenas duró dos juegos, 180 minutos, pues el golpe que le dio el delantero de Querétaro, Everaldo, lo dejará fuera de actividad cerca de dos meses. “No, no me ha hablado, pero no importa, sé que no lo hizo de mala fe. Creo que se me acercó cuando estaba en el campo, dicen que sí, que se disculpó, pero no recuerdo nada”.
Los que han ido a visitarlo son sus compañeros de equipo y el técnico Rafael Puente del Río, “me han dado ánimo, muchas bromas. Fueron en Querétaro pero la verdad es que ni los pude ver. Me han dicho que no me preocupe por nada, que cuando regrese, mi lugar estará ahí”, dice.
Mientras eso sucede, Lobos BUAP se ha protegido contratando al veterano Jorge Villalpando, ex de Puebla y Chiapas, para no dejar desprotegida su portería. “No me importa pelear por un lugar, siempre lo he hecho a lo largo de mi carrera y no tengo por qué dejar de hacerlo ahora, menos en este momento, pero lo primero es recuperarme totalmente, bueno, primero que me operen y comenzar a rehabilitarme”.
La espera es insoportable. Estar postrado en la cama más. Lucero Álvarez mira al reloj y ve que el momento de regresar, no llega.