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hector.morales@eluniversal.com.mx
El camino hacia los sueños suele tener una senda empedrada y sinuoso como el de Hedgardo Marín.
Hace más de dos años, el defensa central del Guadalajara perdió a su hija. Tuvo que sobreponerse a esa tragedia y hoy tiene la ilusión de ser un pilar en la Selección Mexicana que disputará la Copa Oro.
En entrevista exclusiva con
EL UNIVERSAL, el futbolista rojiblanco narra todo por lo que ha tenido que pasar para alcanzar a vestir la playera del Tri.
—Eres de Huentitán, Jalisco, ¿cómo es la vida en ese pueblo cercano a Guadalajara?
“Huentitán es un pueblo con calles que todavía están empedradas, vas caminando y ves caballos. Cuando tuve la posibilidad compré mi primer caballo y mi familia disfruta muchísimo ahí”.
—¿Cómo fue tu primer contacto con el futbol?
“Hay una cancha medio empastada, en la que habían caballos. Una vez ocurrió un accidente de que se asustaron los caballos y corrieron hacia la cancha y se llevaron a una niña. Era medio raro ver eso. Luego, me llevaron a un club cerca del Jalisco y ahí empecé a algo más preparado. Le dijeron a mi papá que jugaba en Segunda y Tercera División que me llevara a pruebas a Chivas, tenía 10 años, me quedé y ha sido un proceso muy largo que he tenido en Chivas, de más de la mitad de mi vida en ese club”.
—¿Cómo fue tu proceso de pasar de una cancha en Huetitán al glamour de estar en el Guadalajara y la Selección?
“Me ha costado mucho estar donde estoy y lo he logrado gracias a mi familia. El hecho de irme en camión... valoras eso... lo pesado que es pararte temprano, en las tardes con el tráfico. Era algo que sufría, porque los camiones iban llenos, ahora mi familia está feliz y eso te lo devuelve de buena manera. La evolución ha sido padre. Mis padres son muy amorosos. Me van a ver, lo disfruto, porque une a mi familia y le puedo dar un gusto”.
—Perdista a una hija, ¿qué tan difícil te fue superar ese momento en tu vida?
“Fue algo muy doloroso para mí y mi esposa. Pasó hace dos años y medio o tres. Fue algo que me dolió mucho, pero me hizo más fuerte, porque puede pasar cualquier cosa y tienes que salir adelante. Te dan un golpe fuerte para que te levantes y sigas luchando”.
—¿El futbol fue una terapia?
“El futbol me distrae, lo haces con mucho gusto y seriedad. Es algo que lo disfruto”.
—¿Cuáles son tus objetivos para la Copa Oro?
“Dios quiera participar, demostrarle a Juan Carlos Osorio que somos capaces de cualquier cosa. Es algo que debemos demostrar. Estamos para grandes cosas y hay que apoyar al jugador mexicano”.