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El Barcelona goleó hoy por 3-0 al Sevilla en un partido resuelto en la primera parte por la inspiración de Lionel Messi y las enormes facilidades concedidas por el equipo de Jorge Sampaoli.
El encuentro, correspondiente a la trigésima jornada de la Liga española de fútbol, no tuvo pelea porque el Sevilla dimitió prematuramente y el Barcelona enseñó su mejor versión con un "doblete" de Messi.
El triunfo del equipo azulgrana le permitió situarse provisionalmente como líder del torneo con un punto de ventaja sobre el Real Madrid, que cerrará el día con su visita al campo del Leganés. Por su parte, el Sevilla se quedó a tres unidades del tercero, el Atlético de Madrid, dentro de una pésima racha en la que apenas sumó tres puntos en las últimas cinco jornadas.
Fue el mejor Barcelona ante el peor Sevilla. La diferencia de tres goles al descanso habló de lo que ocurrió en 45 minutos en el que el equipo azulgrana zarandeó a su rival como un trapo, casi hasta el extremo de ridiculizarlo. Sampaoli cuenta sus partidos ante el Barcelona por derrotas y sigue sin dar con la fórmula.
El choque comenzó con un tremendo disparo al palo de Messi, su primer aviso. Luego llegó un mano a mano desperdiciado por Steven N'Zonzi en lo que fue el principio del fin para el Sevilla. Porque en ocho minutos dejaría el Barcelona resuelto el choque.
La fiesta azulgrana comenzó a los 25 minutos con una mala defensa de Gabriel Mercado que contó con el espectacular gol de Suárez gracias a un poderoso remate de espaldas. Y dos minutos después el conjunto azulgrana amplió la cuenta en una acción que comenzó con una absurda pérdida de balón de Correa, la intervención de toda la "MSN" y el gol final de Messi.
Para entonces el Sevilla era un desastre, un equipo larguísimo que planteó un partido a medida del Barcelona. Por su parte, el conjunto azulgrana fue un huracán, gustoso de divertirse con la oferta de su rival. Messi hizo su segundo tanto con una asistencia involuntaria de Nico Pareja a los 33 minutos.
El argentino sumó así su vigésimo tanto en la presente edición de la Liga española y confirmó que el Sevilla es una víctima favorita, pues le ha hecho 29 tantos en 30 encuentros.
Lo que siguió después fue un entrenamiento con público del Barcelona ante un Sevilla desorientado y sin respuestas tácticas para detener la locomotora azulgrana. La diferencia de tres goles pareció hasta pequeña al descanso.
La segunda parte sobró porque el Barcelona decidió no pelear. Ya lo había hecho todo y guardó fuerzas para partidos venideros. Ante esta perspectiva, el Sevilla aprovechó la ocasión para maquillar algo su imagen.
Así, el arquero alemán Marc-André Ter Stegen tuvo que intervenir ante sendos disparos de Sarabia que fueron las ocasiones más claras de la segunda parte. Tan fácil era el encuentro que Suárez se marchó a los 65 minutos para descansar.
El choque se marchó sin mayores sobresaltos y con un Barcelona satisfecho. Todo lo contrario que un Sevilla en caída libre y con peores sensaciones a cada día que pasa.
hgm