Ahora que Miguel Herrera llegó a un acuerdo para ser el nuevo director técnico de los Xoloitzcuintles de Tijuana a partir del Clausura 2016, trascendieron algunos detalles en el contrato.
Nos cuentan que el ‘Piojo’ se mostró bastante accesible con la directiva norteña y abierto a tomar un proyecto que no luce tan sencillo, debido a que el club empieza a tener problemas en la tabla de cocientes, mas sí solicitó algunas cosas.
La más interesante es que la cúpula de la institución se acerque a TV Azteca, dueña de los derechos de transmisión del equipo, para que —en la medida de lo posible— Christian Martinoli no esté en sus partidos. ¿Le harán caso?
Trato de rey en el GP de México
Es el patrón de la Fórmula Uno, y se le ofrece el mejor trato. Bernie Ecclestone, dueño de los derechos comerciales del serial, se dejó consentir por los organizadores del Gran Premio de México, que pusieron a su disposición todo lo que estuvo a su alcance para que el inglés disfrutara su estancia en la primera carrera de la categoría en territorio nacional, luego de 23 años.
Uno de los privilegios de los que gozó estos días fue tener un auto de lujo a su disposición a un costado de los hospitálities, en pleno paddock, en un espacio restringido donde están prohibidos los vehículos. Sin embargo, no para ‘Mister E’. Ecclestone, en respuesta a lo observado el fin de semana, expresó que traerá a organizadores europeos para que aprendan de México.
Codeme cede a intereses
CIE casi siempre sale ganando, y si no nos creen, pregúntenle a los de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme), que para tener derecho a utilizar y “comercializar” sus pisos superiores que ven directo a la recta principal del Autódromo Hermanos Rodríguez, tuvieron que dar cerca de 35% del total del aforo a CIE, que se encargó de organizar el Gran Premio de México y buscó cualquier sitio para exprimirlo, ya sea en localidades o en lugares de estacionamiento. La Codeme también aportó con el área verde que hay en el interior del complejo y que sirvió para que los aficionados con asignación de paddock Club pudieran dejar su auto lo más cerca posible, pues escasos metros los separaban de su asiento.
