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Cuando en el Rose Bowl de Pasadena dé inicio el partido entre México y Estados Unidos, en Televisa y Televisión Azteca estarán con el “Jesús en la boca” y mordiéndose las uñas. Su dinero estará en riesgo durante el Clásico de la Concacaf.

Si el Tri falla en conseguir el pase a la Copa Confederaciones, ambas televisoras dejarán de percibir, al menos, 500 millones de pesos (250 mdp cada una).

“Los que hacen una apuesta verdadera son los que tienen los derechos de televisión”, señala Hussein Forzán, especialista en mercadotecnia deportiva.

“Un partido de Selección bien vendido, te puede dejar entre 60 u 80 millones de pesos, eso sólo de la transmisión, sin contar lo que se mueve alrededor. Si lo multiplicas por los tres partidos que va a jugar de rigor, pueden ser hasta 250 millones de pesos por un torneo como la Confederaciones”, explica el fundador de la agencia PMKT.

En caso de que México llegara a Rusia 2017 y supere la ronda de grupos, los espacios publicitarios para los duelos crecerían para beneficio de ambas cadenas.

El Tricolor, potencialmente, enfrentaría un año antes del Mundial de 2018 a combinados potentes: Alemania [campeón del mundo], Chile [monarca de la Copa América], a los rusos por su calidad de anfitriones, Australia [representante de la Confederación Asiática] y están por definirse a los conjuntos de Asia, Europa y África.

“Si avanzan, siempre suben [los precios]. Puede llegar a una cantidad más alta, porque hay más expectativa de los aficionados y, por ende, mayor rating”, ahonda.

A las “teles” les conviene que la Selección Nacional esté en competencia constante. Mientras más actividad tenga y a mayor nivel, mejor, según el experto.

“Ellas [las televisoras] son las que más pierden en este juego. Por ejemplo, si la Selección Mexicana no va al Mundial, no está en una buena eliminatoria, los ratings no son los adecuados”, señala.

A la FMF no le iría tan mal. La Federación Mexicana de Futbol no sufriría tantas pérdidas si cae ante Estados Unidos, mañana.

Los auspiciantes del Tri suelen firmar contratos multianuales, lo que no afectaría sus ingresos como a las televisoras.

“Si no se va [a la Copa Confederaciones], el patrocinador no va a estar contento, pero no es algo que se prometa. Los realmente interesados en que se vaya mucho más, en este caso, son las televisoras, que están a la espera del volumen de audiencia”, expone Forzán.

La Femexfut dejaría de percibir dinero que se otorga como una especie de premio por asistir a las distintas competencias.

“Lo extra, que es ir a la Confederaciones, está estipulado en un bono, que es entre 10% y 15% del patrocinio global. Si Adidas paga 100 o 50 mdp de pesos al año, le dará 10 mdp”, revela el especialista.

“Siempre cualquier institución deportiva se asegura eso, porque no puedes vender los resultados. Si lo supeditas [el patrocinio] a los resultados, entonces muchos equipos no tendrían dinero”, agrega.

En donde radica el mayor riesgo para las arcas federativas está en los premios de la Confederaciones.

En Brasil 2013, sólo por participar, se entregó a cada selección nacional poco más de 28 millones de pesos. El premio para el campeón del certamen alcanzó los 67.4 mdp.

Según diversas fuentes al interior de la FMF, el ganar a Estados Unidos representaría obtener el dinero suficiente para la operación de las Selecciones Mexicanas menores hasta el siguiente Mundial a nivel absoluto, cuando se obtendrían más recursos económicos.

En enero de este año, Héctor González Iñárritu, entonces director de Selecciones Nacionales, señaló como uno de los objetivos del Tri mayor el clasificar a la próxima Copa Confederaciones.

Al recibir esa herencia, Guillermo Cantú, secretario general de la Femexfut, aseguró hace unas semanas a este diario, que sería un fracaso perder ante Estados Unidos. De ahí la urgencia que tienen los dirigidos por Ricardo Ferretti de ganar en el Rose Bowl para salvar el dinero de la Femexfut... el de Televisa y TV Azteca, también.

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