@univ_deportes
Pese a las críticas por la violencia que caracteriza al futbol argentino, la policía del país utiliza un sofisticado sistema con el que se pretende no dejar ingresar a los estadios a aquellos aficionados rijosos que alguna vez fueron detenidos.
El mecanismo es que se les toma la huella digital cuando están en manos de la autoridad, dato que es enviado a una gran base general.
En todas las puertas del Monumental hay máquinas en las que se obliga a los aficionados a colocar su pulgar derecho.
Si el sistema arroja positivo, se les impide el acceso, aunque sean socios del club o tengan boleto.
hgm