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Estudiantes del Seminario-Taller de Conservación y Restauración de Textiles, de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), trabajaron en la bandera del 1er Batallón del Estado de Oaxaca de agosto a diciembre de 2016, como parte del proceso de enseñanza-aprendizaje de esa escuela, en el que los alumnos intervienen piezas históricas de museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado del INAH, se informó que la pieza es una pieza rectangular de dos caras iguales de 91.5 centímetros de largo por 141 centímetros de ancho; está elaborado con tres campos de tafeta de seda verde, blanco y rojo, y una entretela de lino en tejido de tafetán. El lábaro pertenece a la colección del Museo de las Culturas de Oaxaca, Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán.
Posee un Escudo Nacional que está bordado a mano con hilos de plata y plata sobredorada que exhibe la leyenda “Estado de Oaxaca, Batallón Número 1”; también cuenta con un galón de hilos metálicos.
A partir de análisis de laboratorio se determinó que los materiales con los que se elaboraron las telas y colorantes de este lábaro son europeos, agrega el comunicado.
Se resalta que esta pieza tenía una intervención anterior a manera de cuadricula, que estaba colocada sobre las dos caras de la bandera y sujeta sobre los restos de la tafeta de seda, que ocasionaba daños al soporte original, por lo que fue retirada.
Se cree que esa intervención anterior fue hecha en los años 60 en Estados Unidos, donde había la tendencia de hacer este tipo de redes o mallas con hilo de algodón para sujetar las telas deterioradas.
La seda de los campos estaba decolorada debido a la exposición prolongada a la luz y el envejecimiento natural del material, lo que originó un tono amarillo, fragilidad, rigidez y pulverulencia.
Rosa Lorena Román Torres, profesora titular del seminario-taller, destacó que la restauradora del museo oaxaqueño, María del Refugio Gutiérrez, informó que la bandera podría estar relacionada con la colección de Porfirio Díaz que se donó durante la reestructuración del recinto museístico en los 90.
En tanto, los estudiantes ubicaron que el Batallón N° 1 de esa entidad estuvo vinculado con la figura del mandatario durante la Batalla de Puebla, librada el 5 de mayo de 1862, agregó Román Torres.
El proceso de restauración consistió en estabilizar los fragmentos de seda deteriorados, para ello se tiñeron, en un tono igualado al original, hilos y telas de seda: pongé y crepelina. El pongé se colocó sobre la entretela y se le adhirieron los fragmentos con adhesivo natural en el lugar donde estaban ubicados originalmente, ya que el grado de deterioro de la seda impedía un tratamiento por costura.
Sobre el hilo metálico, la especialista destacó que aunque el aspecto de la plata es un poco ennegrecido, está estable, así que sólo se limpió de manera superficial.
Al separar las caras de la bandera, se encontró un documento que consigna que fue hecha por las señoritas Moreno en abril de 1872, con motivo del festejo y conmemoración de la Batalla del 5 de mayo, además de recordar la creación de esa compañía militar.
nrv