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La devastación de 57 hectáreas del manglar de Tajamar, en Cancún, Quintana Roo, para convertir el lugar en un complejo turístico es apenas un pequeño ejemplo de la amenaza latente que enfrentan estas formaciones vegetales leñosas que se desarrollan en las lagunas, riberas y costas tropicales.

“Fue un pequeño mordisco a un manglar, pero si eso se multiplica en todas las áreas donde los seres humanos estamos creciendo de una forma tan exponencial y tan rápida pues se van a destruir”, comenta en entrevista el biólogo Fernando González Sitges, también director del documental Manglares del Mundo Maya, que el próximo domingo 4 de septiembre se estrena por NatGeo.

Sin embargo, el documentalista advierte que el crecimiento urbano y la explotación turística son apenas un pequeño eslabón en la cadena de factores que amenaza a estos bosques pantanosos que “juegan un papel impredecible para la conservación de la naturaleza”.

“El ataque viene también por la contaminación del mar, a eso se le suma el cambio climático, está cambiando la temperatura del agua. Al sumar todos esos ataques, en un momento determinado el ecosistema ya no podrá más y comenzará a caer de forma precipitada y ahí sí tendríamos un problema muy grave”, señala este biólogo y documentalista que ha viajado por los cinco continentes grabando las especies más emblemáticas y los rincones más salvajes y desconocidos del planeta.

Esta vez, González Sitges dirige la producción hecha por NatGeo Wild y sumergirá a los espectadores entre laberintos de raíces de la Península de Yucatán con el fin de mostrar la riqueza biológica de este ecosistema y la importancia que juegan en la conservación del medio ambiente.

Esos laberintos, refiere, son los que protegen a los invertebrados y peces que ahí habitan de los depredadores más grandes, además de que funcionan como una barrera de protección contra los devastadores huracanes que se dan en esa zona.

“Lo que hacen es frenar el embate de las olas y sobre todo, en una región como esta, resistir el embate del viento y la potencia destructiva de los huracanes”, apunta el biólogo.

Este documental, explica, busca hacer conciencia sobre la riqueza biológica que guardan estos ecosistemas y mostrar la importancia que poseen para la conservación del medio ambiente. “Hay un desconocimiento enorme de lo que es un manglar y si no lo conoces, no lo valoras y, por lo tanto, no lo proteges”, señala.

En la antigüedad, para los mayas los manglares fueron una fuente de riqueza importante y aprendieron a cuidarlos, refiere el biólogo.

“Ellos se dieron cuenta del papel protector que tenía tanto para ellos, como para sus ciudades, cultivos y los animales de los que se alimentaban, pues conservaba los peces que ellos consumían, así como a animales grandes, como el manatí, que para ellos era un animal totémico, pero que también cazaban”, comenta. Le dieron tal importancia que, por ejemplo, una de las grandes extensiones de manglar que aún se conservan en la Península de Yucatán, la Reserva de la Biósfera de Sian Ka'an, significa “regalo del cielo” en lengua maya, añade el biólogo.

En esta producción, Nat Geo ofrecerá al espectador imágenes que permitirán ver a detalle a los manatíes, familias de flamencos, tiburones ballena, cocodrilos, tortugas, medusas y bancos de peces, y otros animales que conforman este mundo de raíces y ramas colgantes.

El estreno de Manglares del Mundo Maya será este domingo 4 de septiembre, a las 19 horas, en NatGeo. En la narración del documental participa la actriz Sasha Sokol.

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