La vida cotidiana de quienes habitaron T´hó, la antigua urbe maya que existió en lo que hoy es la ciudad de Mérida, Yucatán, ha comenzado a salir a la luz gracias a los trabajos de salvamento arqueológico que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha realizado en la última década en las obras de infraestructura urbana y desarrollos inmobiliarios de esa ciudad.
En una conferencia de prensa, realizada este martes en el Museo Nacional de Antropología, arqueólogos del INAH-Yucatán señalaron que gracias a estas labores de salvamento y rescate han logrado obtener información de 14 sitios periféricos de los 223 que hasta ahora se han registrado sobre T´hó, la antigua ciudad sobre la que se asentó la actual capital yucateca.
Esos sitios, explicó el arqueólogo Luis Pantoja, han permitido conocer las características de los asentamientos donde habitó “la gente del pueblo, la que construyó la cultura maya y las grandes pirámides”. Esos trabajos de salvamento, precisó, “nos han permitido conocer la vida de estas personas y proteger los vestigios. Hemos tenido la posibilidad de conocer patrones de comercio, de asentamiento, de vida cotidiana y de relaciones comerciales”.
Entre los materiales que se han podido rescatar destacan objetos cerámicos, de jadeíta y serpentina, metal, concha y hueso, también restos de estructuras que dan cuenta de la conformación de las áreas habitacionales, áreas de molienda, talleres de extracción de materiales, figurillas de cerámica que dan cuenta de los rasgos de los antiguos pobladores, sus enfermedades y deformaciones.
Una selección de estos vestigios se pueden ver en la exposición “T’hó. La vida prehispánica en Mérida”, que desde el viernes pasado se exhibe en el Museo Regional de Antropología. Palacio Cantón, en la capital yucateca.
Según Pantoja, de las 180 piezas inéditas que se exhiben en esta muestra destacan las que dan cuenta de la interacción con otros grupos, como el jade, obsidiana y una vasija con jeroglíficos que posiblemente fue traída de lejos como regalo para un cacique; también sobresalen collares de estuco de cal que imitan a las de concha y que refieren a la práctica de los mayas comunes de emular el lujo de las élites. “No solo los reyes tenían estas piezas, sino también la gente común porque replicaban elementos de concha, de jade, pero con material local”, refirió Pantoja.
Esta información, coincidieron los arqueólogos José Huchim, director de la Zona Arqueológica de Uxmal, Luis Millet, Rafael Burgos y Luis Pantoja, adscritos al INAH-Yucatán, se ha logrado a lo largo de casi cien salvamentos arqueológicos que se han realizado de 2002 a la fecha, principalmente en el norte, nororiente y poniente de Mérida, ciudad donde se ha intensificado el desarrollo urbano y turístico.
Empresarios yucatecos se oponen a medidas del INAH
Esta conferencia de prensa se da justo cuando empresarios en Yucatán mantienen una confrontación abierta con el INAH porque, sostienen, sus medidas de preservación han frenado diversos proyectos de desarrollo económico en la ciudad.
De acuerdo con el presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán (Cetur), Jorge Escalante Bolio, la delegación INAH en Yucatán ha puesto “trabas” para poder invertir en el rescate de predios históricos, que se pretenden transformar en hoteles u otros comercios.
Cuestionados sobre el tema, los arqueólogos de Yucatán aseguraron que siempre ha habido una buena relación con los empresarios y constructores al momento de realizar los proyectos de salvamento arqueológico y que la intención del instituto no es frenar el desarrollo de la ciudad, sino actuar conforme a las normas vigentes en materia de patrimonio cultural.
“Creo que esa aparente cuestión empresarial con el instituto es pasajera porque no todos los empresarios tienen esta visión, actualmente estamos desarrollando salvamentos arqueológicos y en buena manera esta funcionando todo… Se ha llevado a cabo alrededor de 100 o 120 salvamentos arqueológicos y esto habla de la gran cantidad de trabajo que tenemos, principalmente en la periferia de la ciudad de Mérida”, comentó el arqueólogo José Huchim Herrera.
Señaló que los trabajos de salvamento se han realizado con base en lo establecido en la normas de protección del patrimonio. “En el Ayuntamiento de Mérida está establecido que si no hay una prospección arqueológica no se da una autorización”, sostuvo.
El mayor problema, explicó, está en los municipios del interior de Yucatán, ya que no cuentan con esa reglamentación, por lo que muchos de los trabajos que se hacen no son reportados al instituto. “Lo sabemos a través de la comunidad que reporta de manera anónima”, dijo.
Por su parte, el presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán (Cetur), Jorge Escalante Bolio, ha dicho que se reunió con la directora del INAH, María Teresa Franco, para tratar de llegar a soluciones ante las demandas de este sector.
En específico, señaló el empresario, pidió a la funcionaria federal que intervenga en los conflictos que tienen con la delegación del INAH en el estado, sobre las “trabas” que enfrentan para poder invertir en el rescate de predios históricos, que pretenden transformar en hoteles u otros comercios.
Dijo que tras un encuentro de tres horas, Franco se comprometió a revisar los proyectos que los empresarios turísticos buscan desarrollar en Yucatán, para que pueda atenderlos uno por uno. Por tal razón, explicó, dentro de ocho o diez días los socios del CETUR le enviarán a la funcionaria federal sus propuestas para solucionar estos problemas. Luego, tras analizarlos, ella viajará a Mérida para atenderlos personalmente en una reunión privada.
“Tanto la iniciativa privada como el gobierno del Estado enviaremos nuestras propuestas, y después se agendará un encuentro de la directora con cada uno de lo inversionistas, para darle respuestas y orientación a sus proyectos”, agregó.
Dijo que el tema “que más nos urge” es precisamente simplificar trámites ante el INAH en favor de la restauración de predios históricos, “para evitar que se siga deteriorando el Centro de Mérida”, y de esta manera puedan invertir en hoteles y comercios.
Reveló que Franco se comunicó con él hace un par de semanas para programar dicha reunión, tras enterarse en la prensa nacional de este conflicto entre la delegación del INAH en Yucatán y los empresarios.
Escalante Bolio señaló que en ese encuentro también le planteó los problemas que enfrenta la zona arqueológica de Chichén Itzá, como por ejemplo, que los vendedores ambulantes no tiene un espacio fijo en donde ofrecer sus artesanías.
Por tal razón, entre las propuesta que el CETUR le enviará en los próximos días, incluirán un Proyecto Integral de Chichén Itzá, que contemple mejoras al parador turístico, instalaciones de servicios, programas didácticos y culturales para los turistas, y que haya un espacio para los artesanos.
(Con información de Yazmín Rodríguez)
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