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Estados de la República como Puebla, Zacatecas, Morelos y Estado de México fueron señalados en el Informe 2014 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por una mala administración en los recursos para infraestructura cultural, por cuestiones como subejercicio, retrasos en la entrega de recursos, incumplimiento, falta de transparencia, pagos por obras inexistentes y carencia de permisos.
Aunque la ASF marca un periodo de 30 días para solventar las observaciones, cada ente auditado respondió a EL UNIVERSAL no contar con información sobre los señalamientos.
Puebla. El gobierno del Estado fue cuestionado por ASF por la remodelación del Auditorio Siglo XX y el Museo Internacional del Barroco.
El Auditorio Siglo XXI, ahora llamado Auditorio Metropolitano, creado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez e inaugurado en 2005, fue remodelado para ampliar aforo, renovar escenario, entre otras cosas.
La Auditoría detalló que hubo un pago por una obra no ejecutada por 262 mil 600 pesos, que consistió en la construcción de dos cisternas, pero sólo existe una. Sin embargo, el gobierno de Puebla explicó que sustituyó una cisterna por un espejo de agua, modificación que no implicó un incremento o disminución de monto. La ASF aclaró que pese a ello, el estado no brindó “razones fundadas” para el cambio y pidió se investigue el hecho.
También solicitó que se investigue a los servidores públicos que autorizaron sobreprecios de materiales y sostuvo que también hubo un daño a Hacienda por 22.3 millones de pesos por obra no ejecutada. Además, no cumplió con los requerimientos normativos de accesibilidad para personas con capacidades diferentes.
En 2014, el proyecto de remodelación del inmueble fue duramente criticado por Javier Ramírez Campuzano, hijo del arquitecto Ramírez Vázquez, porque aseguró que atentaba contra el diseño de su padre: una fachada de talavera, considerada una de las más modernas en México que fue sustituida por cortina de cristal.
Por otra parte, la ASF aclaró que el Museo Internacional del Barroco, diseñado por el japonés Toyo Ito y que abrió sus puertas el pasado 4 de febrero, fue presentado como un proyecto a realizar mediante esquema de asociación pública privada, pero hubo incumplimiento de la aportación por 760 millones de pesos de parte de terceros, para el acervo artístico; además no se tramitaron permisos.
Morelos. Durante los primeros días de junio de 2014, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, anunció con bombo y platillo el proyecto arquitectónico ganador para el Centro Cultural Museo Juan Soriano, en Cuernavaca; también anunció el arranque de la construcción del proyecto del arquitecto Javier Sánchez que tendría una inversión de 120 millones de pesos y que sería inaugurado en 2015.
Sin embargo, para septiembre de 2014 el gobierno del estado de Morelos ya había firmado contratos con la empresa contratista Multiservicios de construcción ambiental y restauración S. A. de C.V., superiores a los 200 millones de pesos, esa sobreinversión fue dada a conocer ayer por la Auditoria. La construcción está apenas al 50%.
La ASF llamó al gobierno de Morelos a atender diez irregularidades detectadas, emitió además cinco observaciones de las cuales generaron tres recomendaciones y cinco promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria.
Entre las irregularidades expuestas, la ASF consideró un monto improcedente por 15.8 millones de pesos “por concepto de papelería en el costo directo de la obra”, que Morelos no pudo justificar plenamente el uso de estos recursos en papelería, ni tampoco se aplica a ningún precio unitario.
El espacio pretende convertirse en el proyecto cultural más importante en la última década del país.
En junio de 2015, Rafael Tovar y de Teresa, quien atestiguó la presentación del proyecto como presidente de Conaculta, ahora Secretaría de Cultura, dijo que el Centro Cultural Museo Juan Soriano sería un proyecto público “donde el uso de los recursos será absolutamente transparente” y contaría con criterios de operación muy bien determinados; pero no ha sido así y el recinto debe presentar la documentación pertinente, en especial por los 15 millones 835 mil 10 pesos por concepto de papelería.
Estado de México y Zacatecas. En 2014, dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación se destinaron 2 mil 728 millones de pesos a proyectos específicos en estados y municipios de todo el país transferidos por el Fondo de Cultura (FOCU). De éstos, la ASF revisó 14 casos, varios de los cuales presentan subejercicio y se demanda aclarar dónde están diversos montos.
Dentro de la auditoría a este Fondo de Cultura salta el caso del Estado de México que recibió en total 428.7 millones de pesos (destinados a 28 proyectos). Se realizaron auditorías a dos obras en la entidad: al Centro de Estudios y Enseñanza de Música y Danza de Alto Nivel, “Compañía Universitaria de Danza y Escuela de Música” Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), en Toluca, que recibió 20 millones de pesos, y al Teatro al Aire Libre de Metepec, que recibió recursos por 25 millones.
Hay dos tipos de problemas en el manejo de los recursos del FOCU en el Edomex, por una parte en la obra de Toluca y, por la obra, en el manejo que, de origen, dio la entidad a los más de 428 millones.
La ASF encontró que el gobierno del Estado de México administró en “una cuenta bancaria productiva, específica y exclusiva” tanto los 428.7 millones que recibió del FOCU como los rendimientos financieros generados que ascendieron a 6.3 millones de pesos y que a lo largo de 2014 debieron destinarse a los distintos proyectos, por lo que la Auditoría demandó aclarar esos 6.3 millones de rendimientos y concluyó que “el Gobierno del Estado de México no realizó una gestión eficiente y transparente de los recursos” y no se cumplieron sus objetivos y metas”.
En estas dos obras auditadas, la ASF halló que hubo atrasos en la entrega de los recursos.
En cuanto a la creación del Centro de Estudios y Enseñanza de Música y Danza de Alto Nivel, “Compañía Universitaria de Danza y Escuela de Música” Universidad Autónoma del Estado de México sucede que ni la Secretaría de Cultura del Estado ni la UAEM ni el Municipio de Toluca saben algo de la obra. A pesar de estos reportes, la auditoría de este Centro —realizada al municipio de Toluca— reportó que los recursos para la construcción del centro, por 19.9 millones, fueron transferidos por el gobierno del estado de México a la UAEM. Según la ASF hay un subejercicio de 100% en la obra y, al corte de la auditoría, el 31 de octubre de 2015, el estado sólo presentó comprobantes correspondientes al proyecto en revisión por el 37.4% del asignado. ¿Dónde está la obra? Es algo que nadie responde en la entidad.
En Zacatecas la ASF detectó que se violaron permisos de Semarnat para construir el Centro Cultural Toma de Zacatecas que recibió recursos por 230 millones de pesos.
