Según un reporte dado a conocer en años recientes por el Journal of Dental Research, la caries (infección de los tejidos duros de los dientes) representa el primer problema de salud en el mundo; y la periodontitis severa (inflamación de las encías, los ligamentos que sirven de soporte a los dientes y los huesos que los sostienen, producida por bacterias), el sexto.
“En los adultos mayores (de 60 años o más) de nuestro país, la prevalencia de caries en la raíz de los dientes es más o menos de 90%; asimismo, la caries coronal es padecida con frecuencia por muchos de los individuos que integran este sector de la población”, dice Aída Borges Yáñez, coordinadora de Salud Pública Bucal, de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología (FO) de la UNAM.
Esto tiene que ver con que las personas viven (y, por lo tanto, conservan sus dientes) más tiempo que en otras épocas, pero no necesariamente practican una buena higiene bucal, lo que trae como consecuencia una exposición más prolongada al azúcar y a la permanencia constante de una gran cantidad de bacterias en su boca.
Periodontitis y edentulismo
De acuerdo con la académica universitaria, la prevalencia de periodontitis severa en los adultos mayores de México es tan sólo de entre 10 y 15%. Por lo regular, los problemas periodontales aparecen a edades tempranas. Así, cuando una persona que de joven sufrió periodontitis severa llega a los 60 ó 70 años, es más que probable que ya haya perdido los dientes.
“La periodontitis se inicia con la inflamación de las encías, llamada gingivitis. Pero la gingivitis no siempre progresa a periodontitis: únicamente cuando, con la inflamación de las encías, la presencia de bacterias y la falta de higiene bucal, los ligamentos que unen los dientes a los huesos de los maxilares se empiezan a perder y estos mismos huesos se deshacen. Entonces, los dientes se aflojan. El tabaquismo y la diabetes son dos factores de riesgo muy importantes para sufrir periodontitis. Ahora bien, si las personas dejan de fumar y/o controlan su niveles de glucosa en la sangre, este riesgo disminuye.”
El edentulismo (pérdida total o parcial de los dientes) se presenta, en poblaciones abiertas (aquellas que no viven en casas de reposo o en instituciones de cuidado de los adultos mayores) de México, en alrededor de 20% de las personas. Cabe resaltar que la caries sigue siendo la principal causa de edentulismo en los adultos mayores, seguida por la periodontitis.
Prótesis y placas
“En relación con las condiciones generales de salud bucal, se sabe que muchos adultos mayores usan prótesis dentales removibles y placas totales, pero aproximadamente 60% de éstas se encuentran en mal estado”, indica Borges Yáñez.
De este modo, a pesar de que esos adultos mayores llevan a cabo una rehabilitación bucal, ésta no es la adecuada porque no limpian sus prótesis dentales o placas dentales totales como es debido, o no vuelven con el dentista para que les haga los ajustes necesarios después de su colocación, y se acostumbran al mal estado que presentan.
“Se convencen de que, si les lastiman o se mueven, no pasa nada. Pero, por no removerlas en las noches y limpiarlas, pueden causarles más caries en los dientes o infecciones en la mucosa bucal”, añade la académica.
Función masticatoria
Con la pérdida total o parcial de los dientes, la función masticatoria de los adultos mayores se ve afectada, por lo que éstos deben modificar su dieta. Las consecuencias, entonces, no se hacen esperar: pueden tener deficiencias nutrimentales y, por consiguiente, ser más susceptibles a otros padecimientos.
“Hemos visto, y la literatura así lo confirma, que, por un lado, el consumo de fibra baja y, por el otro, el de grasas y carbohidratos se incrementa. La razón de esto es que, cuando uno o varios dientes se caen, los restantes empiezan a desplazarse porque dejan de apoyarse en aquéllos y ya no son capaces de cumplir correctamente su función masticatoria.”
Una creencia popular asegura que, con la edad, las piezas dentales tienden a perder fijeza y moverse. Sin embargo, no es verdad. Con la edad, por haber usado los dientes tanto tiempo, se pierde un poco de los ligamentos periodontales que los soportan, pero esto no significa indudablemente que la persona tenga periodontitis.
Programa de educación para la salud
La Coordinación de Salud Pública Bucal de la FO cuenta con un programa de educación para la salud dirigido a los adultos mayores, que pone énfasis en el cuidado y la higiene de las prótesis dentales, en la buena nutrición y en el autoexamen bucal para que detecten si tienen alguna lesión o algún problema que amerite atención especializada.
“Las personas de 60 años o más también deben tomar ciertas medidas para prevenir o remediar cualquier problema dental. Así pues, si un individuo no se lava los dientes después de cada comida, debe estar consciente de que esa mala costumbre seguramente ya lo llenó de caries; si otro ya no tiene dientes, debe acudir al dentista para que éste lo revise y vea cómo lo puede rehabilitar; y si otro más usa una prótesis dental removible, debe quitársela y lavarla, y saber que, así como nadie se duerme con los zapatos puestos, nadie debe dormir con una prótesis de este tipo puesta, sino lavarla con jabón, enjuagarla y dejarla toda la noche en un vaso de agua. En cuanto a la aplicación de fluoruro, sigue siendo útil en los adultos mayores para prevenir caries radicular o coronal”, apunta Borges Yáñez.
No hay ninguna duda de que la interacción social de las personas depende, en un porcentaje nada despreciable, de su higiene bucal y del estado de su dentadura. Este programa de educación para la salud dirigido a los adultos mayores incluye la escenificación de una obra de teatro en la que se muestra cómo el hecho de que tengan mal aliento, o de que hayan perdido sus dientes y no puedan comer en público, impacta en sus relaciones personales.
“Resulta fundamental que aquellos adultos mayores con un problema dental se responsabilicen de su salud bucal y tengan una buena rehabilitación. A final de cuentas, lo que nos interesa a nosotros, los odontólogos, es que alcancen una mejor calidad de vida, puedan alimentarse bien y estén contentos consigo mismos.”
Saludarte
Por la transición demográfica, una gran parte de la población mexicana estará conformada en las próximas décadas por adultos mayores, debido a lo cual la mayoría de los recursos se destinarán a la atención de su salud. Ante este hecho inminente, lo que se puede hacer es fomentar la educación y prevención para la salud desde la infancia porque, en el caso de los tratamientos dentales para los adultos mayores, son muy caros y complejos.
“Además de difundir entre la gente que el cepillado dental da excelentes resultados, debemos enseñarle que la prevención de factores de riesgo como el tabaquismo y la diabetes repercute en la no aparición de enfermedades bucales como la periodontitis”, comenta la académica.
Hoy en día casi nadie ignora que el excesivo consumo de azúcar es un factor de riesgo para desarrollar diabetes y obesidad, pero ni la Organización Mundial de la Salud ni la Secretaría de Salud del gobierno federal ha considerado que es el mismo factor de riesgo para desarrollar caries dental, enfermedad que, si bien no conduce a la muerte, si ocasiona diversos problemas: de dolor, económicos, de pérdida de tiempo... Por eso, Borges Yáñez y sus colaboradores participan actualmente en el proyecto Saludarte, que la Secretaría de Educación del gobierno de la Ciudad de México echó a andar en 2013.
Saludarte es un programa integral: los niños de 110 escuelas primarias de zonas marginadas de la ciudad reciben clases de civismo, talleres de cultura, de teatro, de pintura y de educación para la salud, pero también, al mediodía, una comida balanceada. De ahí que la Asociación Dental Mexicana promoviera que se les enseñara a cepillarse los dientes después de cada comida.
“Entonces, esos niños se cepillan los dientes después de la comida que consumen y nosotros, los miembros de la Coordinación de Salud Pública Bucal de la FO, evaluamos el programa. Hicimos un muestreo aleatorio y tenemos 14 escuelas con otras de grupo control, y vamos a comparar los resultados con los de otras escuelas de un grupo control que no participan en el programa. Revisamos a los niños para ver qué tanto impacto tiene el cepillado en la placa dento-bacteriana y la inflamación y el sangrado gingival, y dentro de tres años veremos si disminuye la incidencia de la caries dental. Ahora lo que estamos proponiendo es que no solamente se practique el cepillado, sino que se incluya la educación para la salud bucal dentro de Saludarte, porque ya vimos que una sesión no es suficiente. Necesitamos que haya más sesiones para combinar la educación con la práctica”, finaliza Borges Yáñez.