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Querétaro. —En una antigua hacienda de Querétaro, más de 100 niños y jóvenes del país se han reunido para hacer música, en el campamento de la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM), que este verano cumple 15 años de trabajo y se prepara para su gira nacional 25.
Entre tantos músicos destacan los pequeños. Abril Herrera, de Sinaloa, tiene 11 años, pero desde hace cuatro toca el violín y es la primera vez que participa en la OSIM.
Su acercamiento a la música comenzó cuando acudió al último día de las audiciones de la Orquesta Esperanza Azteca de su estado. “Me mandaron al coro, no encontraba el salón, llegué al de violín, me gustó y ahí me quedé. Me gusta la música porque te puedes expresar, cuando estás tocando te llega la inspiración. Me ser una gran violinista, me imagino en grandes escenarios en una orquesta grande”, platica Abril.
Tras el campamento, la OSIM dará conciertos en San Luis Potosí, Veracruz, Cuernavaca, y en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.
Razones para sonreír. La OSIM, agrupación del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), está vinculada con el Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias y la Orquesta Escuela Carlos Chávez, para impulsar a los jóvenes músicos.
Elías Alain Delgado, de Morelia, Michoacán, conoce a la perfección el trabajo de las agrupaciones comunitarias. A sus tiene 17 años es maestro auxiliar de la Orquesta Comunitaria de Pátzcuaro, en donde comparte sus conocimientos con niños y jóvenes que no tienen para comprar un instrumento ni pagar una clase de música. “Apoyar a esos niños me cambió, te das cuenta del talento que hay en México, ellos te enseñan a ser otra vez niño, a ser humilde, a tener más metas. La música funciona en ellos para provocarles felicidad, les da una sensación de integridad, de respeto, pues no sólo enseñamos música, también valores”.
Elías viene de una familia de músicos y su instrumento es el fagot. El concierto en el Palacio de Bellas Artes lo tiene entusiasmado porque será la primera vez que tocará en este recinto.
Un pianista y dos arpistas. La hacienda se llena de música: violín, violonchelo, oboe y flauta se escuchan en los espacios.
Los violinistas son los más numerosos. En esta edición sólo hay un pianista: Ángel Gabriel López, de la Ciudad de México. “Estar aquí es una experiencia única, vienen los mejores chicos del país, y yo fui el único pianista seleccionado”, dice Ángel, quien diario práctica tres horas. Beethoven, Mozart y Liszt son sus músicos favoritos.
Entre los seleccionados hay dos arpistas, uno de ellos es Emanuel Eli Lara, de la Ciudad de México, tiene 16 años y es la segunda vez que participa en la OSIM. Emanuel comenzó cantando en un coro, pero en un concierto le tocó estar a lado del arpista, “y al oír su sonido y ver todo lo que podía hacer quise tocar ese instrumento. Me gusta la música porque puedes sacar tus emociones y expresar lo que sientes”.
Estudia en la Superior de Música, ahí le prestan el instrumento para ensayar, pero espera un día la posibilidad comprar el propio y dedicarse profesionalmente a la música.
Aprender de los niños. Después de revisar 450 audiciones se seleccionaron 115 niños de todo el país para el campamento y la gira; además se han integrado cinco asistentes del programa de la Orquesta Escuela Carlos Chávez y cinco miembros de la Joven Orquesta Nacional de España (Jonde). En total son 125 niños y jóvenes quienes desde el 19 de julio están en el campamento de la OSIM.
La inversión es de 4 millones de pesos, que se usan para pagar desde la alimentación y el hospedaje hasta el seguro médico de los niños y el pago de los docentes.
En 15 años, mil 103 niños y jóvenes han formado parte de la OSIM, varios de los egresados hoy son parte de destacadas agrupaciones, “prácticamente en todas las orquestas profesionales del país hay al menos un representante de la OSIM”, afirma Roberto Rentería, coordinador general del proyecto. Otros egresados se encuentran en el extranjero estudiando posgrados.
Los niños acuden a la OSIM a aprender, pero también han dejado grandes enseñanzas a sus maestros. Eduardo García Barrios, director artístico de la OSIM y director del Sistema Nacional de Fomento Musical, dice que los niños les han hecho recordar los motivos por los cuales se dedicaron a la música. “Los maestros que trabajamos con esta orquesta nos contaminamos, en el buen sentido de la palabra, de esa actitud de profundo compromiso con el arte; uno regresa a su trabajo profesional y a veces se convierte en algo tan cotidiano que a uno se le olvida para qué quiso ser músico, pero en el campamento los chavos nos recuerdan que somos artistas, que hacemos música para trasmitir cosas, para ser felices”.
La OSIM nació en 2001 para incentivar la práctica de la música a nivel nacional, en niños y jóvenes. Ha realizado 27 giras, 24 nacionales y tres internacionales, además han incorporado a connacionales de EU y Puerto Rico.
El éxito de la Orquesta es evidente, pero a decir del maestro de cuerdas Jorge Delezé, aún hay mucho trabajo. “Necesitamos que los jóvenes empiecen desde más pequeños y que tengan realmente una red de enseñanza en todo el país; aquí se capacitan bien pero es un tiempo muy limitado (dos semanas), y no se debería quedar ahí, tenemos que seguir con este proyecto”.
Sus 15 años los celebrarán con su gira nacional 25. El 4 de agosto estarán en San Luis Potosí; el 5, en Orizaba, Veracruz. El 6 de agosto, en Cuernavaca, Morelos. Y el 7 darán dos funciones en Bellas Artes, en la Ciudad de México, donde se rendirá homenaje a los músicos Modesto Gaytán Márquez y a María Teresa Cortinas del Riego.
En Bellas Artes participarán tres egresados de la OSIM y por primera vez se estrenará la obra de un ex alumno, Aires de danza y son, del violinista Addi Corpus. El arpista Emanuel Padilla participará como solista en La Pasión según San Juan de Letrán, y Jacob Tapia será el director invitado.