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A sus 52 años y con poco más de 30 años de carrera en los escenarios, el tenor Roberto Alagna (Francia, 1963) considera que está en buena forma, abierto a aceptar todo tipo de retos y nuevas posibilidades. Así lo hizo hace unas semanas al aceptar el desafío de remplazar al alemán Jonas Kaufmann, aquejado de una enfermedad, en el personaje de Des Grieux de la ópera Manon Lescaut, de Puccini, a tan sólo dos semanas de su estreno en la Ópera Metropolitana de Nueva York.

“He sido muy afortunado en mi carrera porque sigo en buena forma y todo el tiempo estoy cantando nuevas óperas, siempre hay nuevas posibilidades, todo el tiempo tengo nuevos propósitos. Todo está perfecto”, señala en entrevista vía telefónica desde el Met de Nueva York, donde este sábado volverá al escenario para interpretar el papel principal en Madama Butterfly, producción que también se podrá ver en México a través de las transmisiones en vivo que se proyectan en el Auditorio Nacional.

Aclamado por muchos y odiado por otros, Alagna interpretará a Frank Pinkerton, el teniente de la marina estadounidense que durante una campaña militar seduce y se casa con una joven japonesa (Cio-Cio San-Madama Butterfly), a quien luego abandona con un hijo. Como Pinkerton, el tenor admite tener una “mala reputación”, algo que le parece injusto porque, dice, es muy fácil juzgar a los demás sin comprender a fondo una situación.

“Todos deberíamos ser muy tolerantes con cualquier situación”, señala. Con esa “injustificada reputación” se refiere a los desencuentros que ha tenido con gestores y espectadores de algunos teatros del mundo, como cuando en 2006, mientras protagonizaba la ópera Aida en La Scala de Milán, abandonó el escenario tras ser abucheado por el público. Tras esa polémica función que fragmentó su relación con el famoso teatro italiano, Alagna aseguró que su salida del escenario fue por una hipoglucemia (baja de azúcar), por lo que no pudo continuar. Una década después de aquel choque, el tenor dice estar cansado de hablar del tema. “Ellos tratan de convencerme de que regrese, pero por el momento no lo necesito. Tal vez, algún día, cuando me retiré haga mi última presentación en La Scala”, señala.

Considerado como uno de los más famosos tenores franceses de la actualidad, Alagna también ha cosechado admiradores en todo el mundo tanto por su repertorio lírico como por su incursión en la música tradicional, incluida la música latinoamericana.

Para él, el navegar entre la ópera y la música popular no tiene ninguna diferencia. “La música es música. Cuando tu cantas, tienes que transmitir emociones y enriquecer a las personas lo más que puedas. Cuando canto canciones tradicionales o música latinoamericana me gusta transmitir emociones a las personas, pero también tienes que trabajar el estilo, la musicalización, la interpretación, tienes que trabajar las técnicas vocales. No es fácil en ninguno de los casos, a veces es más difícil cantar música tradicional o música pop porque tienes que crear algo, en la ópera ya está todo hecho, sabes qué hacer exactamente, sabes cuál es la atmósfera, el sonido de la canción”, dice.

Amante de la música latinoamericana, género que marcó sus inicios como cantante en cabarets parisinos y al que ha dedicado el disco Pasión (2011), Alagna está convencido de que la ópera no ha pasado de moda y que nunca antes ha sido tan popular como ahora. Actualmente, dice, el público tiene muchas posibilidades de acercarse a la ópera, como los DVD, YouTube, festivales o proyectos como el Live in HD, con el que las producciones del Met de Nueva York llegan a millones de personas en todo el mundo. “Creo que nunca antes en la historia, la opera ha sido más popular que ahora. Somos muy afortunados de vivir en este momento de la ópera porque es un gran momento”, dice.

El tenor francés asegura estar encantado de participar en esta producción, tanto por tratarse de una obra de Pucccini como por ser una producción de Anthony Minghella. Dirigida por Carolyn Choa, viuda de Minghella, la obra cuenta con la participación de Kristine Opolais, una de las sopranos de mayor demanda en la escena internacional, quien protagoniza a Cio-Cio-San.

La obra, que tendrá al frente de la orquesta del Metropolitan al británico Karel Mark Chichon, se podrá ver en México en la pantalla gigante del Auditorio Nacional en el marco de la Temporada 2015-2016 de En vivo desde el Met de Nueva York. Hoy, a las 10:55 horas. Boletos en Ticketmaster.

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