La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) regresó a la Sala Silvestre Revueltas, después de siete meses de itinerancia y vacaciones de verano, con un programa dedicado a compositores mexicanos contemporáneos.
La sede la OFCM fue sometida a trabajos de remodelación luego de que en febrero pasado el músico Kevin Tiboche sufriera lesiones en su mano, por la explosión de una lámpara.
El director artístico de la Filarmónica, José Areán, agradeció a los asistentes su lealtad durante la ausencia en la Sala Silvestre Revueltas y dedicó el primer concierto de la temporada al trombonista Gustavo Rosales, fallecido recientemente.
Las obras que interpretaron fueron Oikabeth, de Leticia Armijo; el estreno mundial de Tu sangre corre, de Germán Romero, y Celebración, de Héctor Infanzón, quien fue ovacionado por los músicos y la orquesta.
La Sala Silvestre Revueltas será sometida a una segunda fase de mantenimiento, la cual se estima comience en marzo de 2016, y abarcará el retiro de la losa y los plafones con grietas que han perpetuado la humedad, para después impermeabilizar tanto el recinto como el área de oficinas de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, así como la intervención de los baños en estas zonas.
El programa se repite este domingo 6 a las 12 horas.
sc