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Con la convicción de que se debe de cambiar la manera de ver a los internos de los centros de readaptación y empezar por llamarles personas, la Secretaría de Cultura y la Comisión Nacional de Seguridad firmaron un convenio de colaboración para llevar a los centros penitenciarios actividades artísticas y culturales.
En los trabajos de la XV Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario, el comisionado Renato Sales Heredia y la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, coincidieron en que se debe brindar a todas las personas el acceso a la cultura, porque aún quién está preso no pierde este derecho.
“Cuando hablamos de personas privadas de su libertad tenemos que reconocer en primer término que hablamos justamente de eso: de personas, y el simple hecho de hablar de personas implica el reconocimiento a la dignidad que acompaña este concepto, la dignidad de la persona humana”, expresó Renato Sales.
Destacó que a la subcultura de la violencia y de la muerte se debe de ser capaz de enfrentarla con la cultura de la paz, las bellas artes, música y letras. Las personas privadas de su libertad dijo, tiene todos aquellos derechos que no están suspendidos por la pena.
Ante ello aseveró que se debe hacer un esfuerzo y enviar un mensaje de esperanza en los lugares donde por muchos años ha prevalecido la sombra. El funcionario indicó que estos trabajo serán llevados a los 22 centros penitenciarios del sistema federal que tiene 22 mil internos.
Las artes y la cultura no estarán ajenos a los centros de alta seguridad, incluso en el penal de la Palma y Puente Grande se están diseñando estos programas.
Por su parte, María Cristina García indicó que estas acciones ya se desarrollaban y con la firma de este convenio se formalizan y se refuerzan. Inicialmente se trabajará en los 22 centros federales, pero al ser suscrito en el marco del Sistema Penitenciario Nacional se buscará vincular a los estados.
Refirió que a través de esta firma se realizarán talleres y se dotará a las bibliotecas de libros para el fomento a la lectura. Será a partir de la capacitación a los presos como estos se conviertan en activistas de este proyecto que incluyen cursos de pintura y teatro.
La cultura, reiteraron, es un instrumento de paz y natural a la dignidad de las personas, por lo que al llevarla a los penales se reconoce que quienes están ahí son personas. Entre la primeras actividades que se realizarán ya con este convenio se encuentra una obra de teatro que se presentará en el festival Cervantino de Guanajuato.
