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Su paso por la India o el Madrid de la Guerra Civil y su relación con Luis Buñuel son algunos de los pasajes de El laberinto de Octavio Paz, un documental auspiciado por el Instituto Cervantes y con el que su director, José María Martínez, invita a "leerle".
"Si los dioses escribieran en español probablemente imitarían a Octavio Paz", asegura en una entrevista Martínez, también guionista del documental que se proyectará mañana en la sede central de Cervantes, con acceso libre y con asistencia del director del Instituto, Víctor García de la Concha.
El laberinto de Octavio Paz resume en 85 minutos la obra y trayectoria del poeta y ensayista mexicano a través de los testimonios de 25 expertos, Mario Vargas Llosa entre ellos, en una iniciativa que surgió en 2014 en el centenario del nacimiento del autor de El laberinto de la soledad.
El documental, que se podrá ver también en el Cervantes de París el 9 de noviembre, "explora" el laberinto del literato, en el que entraron el pasado prehispánico, la cultura india y los textos orientales, el surrealismo, las vanguardias europeas, la poesía española y la política, para desembocar en su obra, continúa Martínez.
El estilo de Paz, "una auténtica delicia" por su ritmo, su manejo del lenguaje y el proceso lógico que sigue, según Martínez, se vio también "influido" por su paso por España, a donde acude en 1937 al Congreso Internacional para la Defensa de la Cultura.
Es en ese periodo, narra el cineasta, cuando Paz descubre en Madrid "uno de los principios fundamentales de su vida", al visitar junto a Pablo Neruda y César Vallejo el frente de la Guerra Civil en la Ciudad Universitaria: allí el escritor escucha hablar a los sublevados, a solo unos metros, y se da cuenta de que "los otros" también tienen "voz humana".
Tras esa "lección" llegará su peripecia menos conocida pero "fundamental": la de embajador mexicano en la India.
Paz no fue "un turista accidental" en el país oriental, manifiesta Martínez, sino que se interesó por la cultura india y los textos sagrados, tras lo cual escribió obras importantes como El mono gramático y Blanco.
También allí conocería a Marie José Tramini, la que sería su segunda mujer, que tuvo "una enorme influencia" en su obra literaria hasta el punto de "cambiar su orientación" y "abrir todos sus sentidos", detalla el cineasta.
Otro momento significativo es cuando Luis Buñuel, exiliado en México, le pide ayuda para presentar su filme Los olvidados en el Festival de Cannes en 1951, tras la prohibición del Gobierno mexicano de representar al país en dicha cita por exponer la situación de las zonas marginales de la capital.
Paz, diplomático por entonces en París, consigue que Picasso y otros artistas apoyen el filme y escribe "la mejor nota de prensa de la historia", opina Martínez, titulada "El poeta Buñuel" y con la que el director español "empezó su resurrección" al conseguir no solo participar en Cannes sino, además, ganar el premio a mejor director.
Para cerrar El laberinto de Octavio Paz, el testimonio de Hans Meinke, editor de las obras completas del autor, que cuenta cómo éste le entregó su último manuscrito, Figuras y figuraciones.
nrv