El Año Dual México-Alemania es una excelente oportunidad para impulsar el conocimiento recíproco de las dos culturas, declaró en Hamburgo la directora del centro Bravo Intercultural, la mexicana Nancy Bravo.

“Me parece importantísimo el acercamiento entre las culturas en general, y entre las culturas mexicana y alemana hay mucho desconocimiento. En cambio hay muchos clichés, muchos estereotipos. Como entrenadora intercultural, mi objetivo es romperlos, contrarrestarlos, minimizarlos”, expresó.

La Embajada de México en Alemania inauguró este lunes en Berlín la iniciativa de la Ventanilla Virtual de Salud Mental, considerada visionaria e importante.

“Me parece muy importante porque es una forma de agrupar a todas las personas que trabajamos en el idioma español en este país para apoyar a los migrantes, no solo a los mexicanos sino en general al movimiento migratorio hispanohablante”, consideró Bravo.

Calificó la iniciativa de necesaria debido a las fases de la migración. Una de ellas es el choque cultural, y para hablar sobre lo que uno siente cuando está atravesando por ese momento se necesita hacerlo en el idioma materno, independientemente de que la persona sepa alemán, apuntó.

Bravo Intercultural participa en esa iniciativa como parte de la plataforma de profesionales en Alemania que “podemos apoyar al hispanohablante”.

Expresó que desde su punto de vista es básico y es tan importante como aprender el idioma. Si bien hablar alemán es fundamental, también lo es el pasar por un entrenamiento intercultural. De otra forma no se sabe uno manejar con las diferencias culturales.

La observación es la estrategia más recurrida cuando un migrante llega a un país extranjero, y el dicho popular de “en el país al que fueres, has lo que vieres” encierra una gran verdad, dijo.

“Pero si le puedo poner nombre y apellido a esas diferencias, si le puedo poner la parte científica e investigada de lo que me pasa, es mucho mejor y no solo me quedo con la incógnita de solo repetir lo que los otros hacen”, considero.

Explicó que un choque cultural es cuando uno llega a un país ajeno al que creció y uno tiene que empezar a aprender las cosas de nuevo. Nuestra mente retrocede a ese punto de la niñez, cuando uno empieza a aprenderlo todo.

Bravo señaló que “es mucho más duro a una edad adulta” y cuesta más trabajo soportar el retroceso a etapas de la niñez. Surge el planteamiento de que por qué se tiene que aprender todo de nuevo, por qué no funcionan las cosas como uno sabe que funcionan”.

“El choque cultural surge en el momento en que todo es diferente a lo que yo estaba acostumbrado. Síntomas del choque cultural es sentirse confundido, sentir miedo a lo desconocido, inseguridad, la autoestima baja y ya no funciona todo igual”, añadió.

Ese choque se expresa de acuerdo a lo que el individuo ya trae, de sus costumbres y de su personalidad individual. No hay receta para las personas sino una orientación. La respuesta es la que uno mismo puede encontrar de acuerdo a su personalidad.

Para un mexicano que viene a vivir en Alemania, es muy importante hablar el idioma, -afirmó ¿-, y lo segundo sería conocer de dónde vengo: de una sociedad colectivista como la mexicana, donde yo me reconozco como parte de un grupo.

Si el manejo del tiempo en el país del que vengo, -México, en este caso-, no se trata de ser exactos, es decir, no es la hora en punto sino que pueden ser 10 minutos después, o media hora o 15 minutos más tarde, mientras que la puntualidad es muy importante en Alemania, tengo que respetar en lo laboral los límites, tengo que llegar a tiempo a determinadas reuniones.

“Yo pongo el siguiente ejemplo: en México no tenemos el sistema de seguridad social tan fuerte como el de Alemania. Si yo recibo dinero (del estado) por tener un hijo, si yo pierdo el trabajo y el estado me da dinero, entonces no recurro a la familia”, agregó.

“No significa que la familia en Alemania no sea importante pero pierde cierta relevancia en el sentido económico. Si en México me quedo sin trabajo y tengo un hijo, necesito que me lo cuiden, pero si en la guardería no hay espacio o no la puedo pagar, a quién recurro?, a la abuelita, a la tía, a la hermana, a mi madre”, indicó.

“Es decir, la escala de valores cambia y no quiere decir que la familia sea más o menos importante en uno u otro país, sino estar conscientes de lo que hay detrás de esto“, puntualizó.

La Ventanilla Virtual de Salud Mental fue establecida y funciona en la Embajada de México en Alemania, y funciona a través de Internet.

Debido a la gran descentralización de Alemania, ya hay grupos de organizaciones y de especialistas que trabajan con los inmigrantes hispanoparlantes.

Alemania es el tercer país europeo donde se instala esa iniciativa de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Secretaría de Salud mexicanas.

cam

Google News

Noticias según tus intereses