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El periodista y editor Tomás Granados ha sido retirado de su puesto como gerente editorial del Fondo de Cultura Económica (FCE) porque la Contraloría determinó su inhabilitación para “desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio público” durante un año a partir del 5 de febrero pasado.
En entrevista dice que por ambigüedades en la inhabilitación hasta el día de ayer 15 de febrero, el Fondo de Cultura Económica le confirmó la sanción, una sanción que él considera infundada y por la cual ha emprendido una defensa por la vía legal para tratar de revertir la inhabilitación.
Tras el anuncio del acatamiento que debía hacer el Fondo de Cultura Económica, Tomás Granados comenzó a hacer circular esta noche una carta titulada “Despedida y agradecimiento” en la que explica su salida de la editorial del Estado Mexicano.
Allí plantea “¿Y por qué merezco la máxima sanción que establece la ley para las faltas que no hayan generado daños y perjuicios, ni beneficio personal o lucro? Por la suposición de que, al comunicarme con mis colegas de las filiales del Fondo en el extranjero, usurpo funciones de alguien más.”
Dice además que intentará por la vía jurídica “revertir una sanción que a todas luces considero injusta y agraviante, pero no para conservar el puesto en una de las más longevas y generosas instituciones culturales del país: lo que me importa es impedir que haya una mancha infundada en la ruta que he recorrido como servidor público, que es en lo que ipso facto se convierte un editor al trabajar en el Fondo.”
En entrevista con este diario dijo que la carta es una declaración de porque ya no está en el Fondo. “No hay más que acatar la inhabilitación, el propio Fondo la confirma, que ya no estoy ahí y quiero explicar que no es por mi voluntad y que a mi modo de ver la razón por la que se me inhabilita es totalmente infundada”.
Aunque no pretende hacer más declaraciones para no entorpecer su defensa ni entorpecerse a él mismo, dice que fue enterado por la Contraloría el día 5 de febrero “pero había ambigüedad, apenas ayer el Fondo confirmó lo que no quedaba de otra, que es acatar la inhabilitación. Y hoy ya tengo todos los elementos conmigo para hacer el anuncio”.
En la carta también señala desde marzo de 2013, cuando fue nombrado al frente de la Gerencia Editorial por José Carreño Carlón, en todo momento ejerció las funciones que le asignaba el Estatuto Orgánico del Fondo y que procuró cumplir las actividades editoriales.
“Desde la recepción y búsqueda de originales hasta las más diversas acciones promocionales, pasando por la contratación y la traducción de obras, la venta de derechos y el establecimiento de acuerdos de coedición (para que) tuvieran el mayor alcance global, suscitaran disfrutes y debates, y conservaran la calidad que ha caracterizado a esta editorial octogenaria; lo que yo haya hecho en este periodo, bueno o malo, sólo aspiró a honrar la tradición de esta escuela editorial”, manifiesta.
Tomás Granados termina la carta agradeciendo a todos aquellos con los que, dentro y fuera del Fondo, con los que “pude colaborar durante los casi siete años en que, a diario, tuve la dicha de abrevar en este oasis”.