Investigadores de distintas universidades de Estados Unidos acusaron al ya ex coordinador de la Maestría en Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Rodrigo Núñez Arancibia, de plagiar el libro colectivo Religion in New Spain, publicado originalmente en 2007 por la Universidad de Nuevo México. Este nuevo caso, documentado por la comunidad de historiadores del país, se convierte en el último episodio de una saga de plagios de este académico.
Lo anterior pone en entredicho los métodos de titulación de instituciones académicas mexicanas como El Colegio de México (Colmex) y los sistemas de evaluación del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
En una carta enviada a Enrique Cabrero Mendoza, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), y a Eugenio Cetina Vadillo, director del SNI, los profesores Susan Schroeder, de la Universidad de Tulane; Stafford Poole, del St. John’s Seminary College; Sonya Lipsett-Rivera, de la Universidad de Carleton; John Chuchiack, de la Universidad Estatal de Missouri, y Martha Few, de la Universidad de Arizona, denunciaron que en 2014 Núñez Arancibia copió de manera íntegra la introducción y los seis capítulos de Religion in New Spain y los publicó con el título Religión y cultura popular en el mundo novohispano con el sello de la Universidad Michoacana (también conocida como Nicolaita).
Otros de los afectados que suscriben esta carta del pasado 17 de junio, son Mónica Díaz, de la Universidad de Kentucky, y Javier Villa-Flores, de la Universidad de Illinois, quienes acusaron que sus contribuciones en este volumen –junto con las de la profesora María Elena Martínez (ya fallecida), de la Universidad del Sur de California–, fueron publicadas en revistas académicas de universidades chilenas.
“Las acciones criminales de Núñez Arancibia cuestionan no sólo su credibilidad como historiador, sino también ponen en tela de juicio los mecanismos de arbitraje, revisión por pares, y financiamiento de la Universidad Michoacana y del SNI-CONACyT. Exigimos que el libro sea destruido y esperamos que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto”, concluyeron en su misiva.
Conversaciones que algunos de estos investigadores han mantenido con colegas mexicanos y que fueron compartidas a este diario, señalan que el área editorial de la Universidad de Nuevo México estudia entablar una denuncia penal en contra de Rodrigo Núñez Arancibia.
Análisis de la “tesis” doctoral. A las acusaciones de plagio en contra de Núñez Arancibia se suman los señalamientos hacia su tesis doctoral en Sociología por El Colegio de México, que resulta una trascripción casi total del libro La revolución empresarial chilena, de la investigadora chilena Cecilia Montero Saavedra. Las ediciones en francés y en español de este libro —ambas de 1997— cuentan con el prólogo del sociólogo francés Alain Touraine.
Siete años después de la publicación simultánea de estas dos versiones, en julio de 2004, Núñez Arancibia presentó su tesis con el título Las transformaciones del empresariado chileno: Empresarios y Desarrollo. Para este trámite académico contó con la dirección de la doctora María de los Ángeles Pozas Garza, profesora del Centro de Estudios Sociológicos (CES) de El Colmex desde 1999, mientras que una de las sinodales fue la socióloga Orlandina de Oliveira Barbosa, profesora de ese mismo centro desde 1973.
EL UNIVERSAL hizo una revisión de ambas versiones en la que se puede confirmar que se trata de un plagio de al menos 90% del libro original de Montero Saavedra, con algunas actualizaciones de datos y ajustes de redacción estilísticos que no cambian la presentación de temas, análisis, disertación y conclusiones de la autora. A excepción de un capítulo adicional, el índice de la tesis presentada por el postulante tomó casi íntegros los siete capítulos de la versión de Montero.
Entre las adecuaciones cosméticas a las que recurrió para engañar al consejo de sinodales de El Colegio de México está el apartado I del capítulo VII. Mientras la autora genuina lo tituló “Modernización ‘dura’, pero no ‘blanda’”, Núñez Arancibia lo tituló “Modernización ‘blanda’, pero no ‘dura’”. Más adelante, mientras el apartado IV del capítulo VII del libro de Montero se titula “Escasez de obreros calificados y alta rotación”, la versión pirata se llama “Alta rotación y escasez de mano de obra calificada”.
Otro artilugio de Núñez fue actualizar su exposición de temas al escribir “década de los años 90”, cuando Montero precisaba “en los últimos cinco años”. Aun cuando a lo largo de la tesis Núñez hace una reiterada trascripción, la bibliografía consignada sólo hace referencia a tres libros de Montero Saavedra. Ninguno corresponde a La revolución empresarial chilena.
Consultada por EL UNIVERSAL vía correo electrónico y después en conversación telefónica, la autora dijo que este documento presentado en El Colmex retomó no sólo ese libro, sino fragmentos de otros tres títulos suyos.
“Lo que me deja anonadada es la impunidad en que quedó por 10 años no sólo él sino su Dirección de Tesis que no validó nada del trabajo empírico. Lo delicado es que yo me comprometí al buen uso de la información con mis entrevistados. Conocí el CES de El Colegio de México y tuve siempre una muy buena imagen de lo que hacían. Tendré que verificar que, al menos, saquen esa falsa tesis de sus registros y bibliotecas”, comentó desde su domicilio en las afueras de Santiago de Chile.
Más adelante, en referencia a los centros de investigación científica del país, hizo un llamado a “entrar en los claustros de esas torres y dejar que la transparencia haga su trabajo”.
EL UNIVERSAL buscó conocer la postura de Núñez Arancibia, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no había contestado las peticiones por correo electrónico y vía telefónica.
Académico bajo la lupa. A dos años de que el profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM Boris Berenzon fuera separado del SNI al confirmarse que plagió fragmentos enteros de tesis en materia histórica, las acciones de la Universidad Nicolaita hacia los recurrentes fraudes de Núñez Arancibia ponen un precedente de transparencia en los mecanismos de corrección a la conducta desleal del personal académico en el país.
El 16 de junio de este año, en el pleno del Consejo Técnico del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana se presentaron tres dictámenes elaborados por los doctores Gerardo Sánchez Díaz y Ana Cristina Ramírez Barreto, investigador y profesora de esta universidad, respectivamente; y por Carlos Juárez Nieto, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en esa entidad. Los académicos coincidieron en señalar que el texto Las dificultades con Estados Unidos vistos desde España: debate de la prensa peninsular entre el fin del Porfiriato y Huerta, incluido en uno de los libros publicados en 2014 por este instituto, Núñez Arancibia incurrió “sin lugar a dudas, en un doloso plagio literal y total del (texto) de (Rosario) Sevilla Soler”.
Esta sesión extraordinaria del Consejo Técnico se dio a partir de una iniciativa del director del instituto, Marco Antonio Landavazo. Los tres miembros de esta comisión trabajaron de manera independiente y entregaron dictámenes individuales.
Días antes de convocar a la reunión del Consejo Técnico, Landavazo recibió quejas que señalaban a este investigador de plagiar el artículo “De Porfirio a Huerta: los problemas con Estados Unidos vistos desde España”, publicado en 2008 por la historiadora española Rosario Sevilla Soler en una de las publicaciones de estudios históricos de la Universidad de Santiago de Chile.
Ante estas acusaciones, el 12 de junio, Landavazo ordenó la instalación de esta comisión dictaminadora que entregó su análisis el día 15.
Dos días después de esta sesión extraordinaria del Consejo Técnico, en el sitio electrónico de la facultad de Historia de la Universidad se anunció la destitución de Núñez Arancibia como profesor-investigador titular B. El SNI confirmó que al perder el aval de la institución, por reglamento quedaba separado también de este sistema.
Como indican reportes de transparencia del CONACyT, desde enero de 2010 hasta junio de 2015, este académico de origen chileno recibió 874 mil 765 pesos en apoyos como investigador nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores. La facultad de la Nicolaita declinó informar sobre la antigüedad y el sueldo de Rodrigo Núñez.
(Con información de Alida Piñón)