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abida.ventura@eluniversal.com.mx
La magnitud de la tragedia en la que se sumió la capital mexicana durante el terremoto del 19 de septiembre de 1985, la manera en que cambió el rostro urbano de la ciudad y las muestras de solidaridad de la sociedad civil durante y días posteriores al sismo, sólo se pueden dimensionar 30 años después, gracias a los registros fotográficos, fílmicos y documentales que resguardan instituciones, asociaciones civiles o archivos privados.
Cuantiosos o no, inéditos o ya conocidos, esos materiales han llegado hasta nuestros días para contar, como un relato a mucha voces, la catástrofe física y humana que se registró en la ciudad de México y que ha quedado en la memoria de los capitalinos.
Uno de los mayores reservorios documentales que contiene material gráfico, documental y audiovisual de esa catástrofe que dejó más de 10 mil muertos y alrededor de 4 mil heridos, es el Archivo General de la Nación (AGN). Resguardados en enormes archiveros metálicos de la Galería 8, en el Centro de Información Gráfica de ese recinto hay, por ejemplo, alrededor de 687 imágenes repartidas en unos 300 negativos que corresponden al FondoHermanos Mayo, el colectivo de fotógrafos españoles que llegaron al país como refugiados de la Guerra Civil Española, quienes al momento del terremoto salieron a las calles para documentar los daños en los edificios, el paisaje urbano destruido, la desesperación, pero también la solidaridad de la sociedad civil. “Algunas de estas imágenes fueron publicadas en su momento, pero la mayoría de ellas son inéditas”, comenta a este diario Angélica Pérez Nava, jefa del departamento del Centro de Información Gráfica, quien explica que al formar parte de uno de los fondos fotográficos más amplios y diversos del archivo, estos materiales han sido poco explorados.
En ese mismo recinto también está la “Colección Terremoto de 1985”, con 81 imágenes a color capturadas por el fotógrafo Alfredo Hernández, quien donó las fotografías al AGN. Aunque se sabe poco sobre su autor, estas imágenes muestran los daños en las calles, postes y edificios emblemáticos, como el Hotel Continental.
En el Archivo Presidenciales del repositorio que resguarda los archivos históricos del país, se encuentra el Fondo: Miguel de la Madrid Hurtado donde también es posible encontrar documentos que dan cuenta de la catástrofe que marcaría la gestión de quien fuera presidente del país de 1982 a 1988. En ese archivo se ha identificado un material audiovisual perteneciente al entonces Instituto Mexicano de la Televisión (IMEVISIÓN), que fue el organismo estatal mexicano encargado de operar las estaciones de televisión propiedad del gobierno federal y que transmitió los sucesos sobre el terremoto, a través de su noticiero.
El periódico El Nacional era en 1985 otro de los medios de difusión oficial del gobierno en gestión y en sus páginas también se documentó la tragedia. Imágenes de los escombros a los que se redujeron los edificios, como las Fábricas de costura San Antonio Abad, de cuerpos que yacen en las calles, son algunos de los temas que se pueden consultar en la parte del archivo fotográfico de este diario que cerró en 1988 y que ahora está en poder del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM). Según Rafael Hernández, subdirector de evaluación del Archivo Fotográfico del instituto, es la agencia de noticias Notimex la que posee el mayor acervo relativo al Sismo de 1985, pero en el INEHRM también existen imágenes “que recuerdan metro a metro la magnitud de la catástrofe”. Se trata de fotografías que fueron tomadas por fotoperiodistas, como Alfonso Carrillo, Miguel A. Martínez, y alguien al que solo se identifica por el apellido Servín.
Reconstruyendo la memoria. Y así como hay acervos fotográficos cuyos autores están identificados, existen otros que fueron creados a partir de imágenes tomadas por fotógrafos aficionados o anónimos, como paramédicos, ingenieros y arquitectos. Es el caso de la Cruz Roja Mexicana, que cuenta con algunas imágenes que fueron tomadas por sus voluntarios en el momento de la crisis, y de la Fundación ICA, que posee un vasto registro gráfico y audiovisual del trabajo que los ingenieros de la compañía realizaron después del sismo interesados en registrar lo daños en las construcciones en el Centro Histórico, colonia Roma y otros cuadrantes afectados.
Otra de las asociaciones civiles que resguarda un rico acervo fotográfico sobre las destrucciones en las viviendas, pero también sobre la solidaridad de los vecinos y el trabajo posterior que se hizo para reconstruir los hoares, es Casa y Ciudad A.C, asociación fundada en 1984 que jugó un papel importante en la reconstrucción de viviendas en las colonias afectadas, como la Guerrero y la Morelos.
Georgina Sandoval, presidenta de esta asociación, cuenta a este diario que entre ese acervo se ha identificado, por ahora, cerca de mil 500 imágenes que fueron tomadas por arquitectos e integrantes de esta organización desde el primer momento de la emergencia, el 19 de septiembre de 1985, hasta
1988, año en que termina el proceso formal de reconstrucción de viviendas en esas colonias.
“Es un material inédito, que lo hemos utilizado sólo para consumo interno, lo utilizamos para ilustrar y documentar algunos de los trabajos que hemos hecho”, señala Sandoval.
“Lo que nosotros documentamos fue cómo el sismo había afectado a las viviendas en la colonia Guerrero y Morelos; hay también algunas imágenes de la colonia Pensil... Son imágenes que dan cuenta de esa vida cotidiana después del sismo”, añade.
Sandoval, quien en 1985 fue una de las integrantes de la asociación que participó en esta tarea, destaca, entre otras fotografías, las que muestran el proceso de reconstrucción de viviendas, donde participan tanto mujeres como niños.
Estas imágenes, junto con un rico acervo fotográfico de la asociación Civil Campamentos Unidos, se podrán ver por primera vez en la exposición A talachearle juntitos... !Por el cantón y la esperanza!, que este 25 de septiembre se inaugurará en el Museo Panteón de San Fernando.
Campamentos Unidos A.C, que fue otra organización que participó en el proceso de reconstrucción de las viviendas que se derrumbaron en las colonias Guerrero, también posee un rico acervo fotográfico. Virginia Ortega, directora del Museo Panteón de San Fernando, comenta que el material fotográfico de esta asociación registra el proceso de autoconstrucción de viviendas y la organización vecinal.
“Sobre todo el trabajo solidario, las mujeres y niños trabajando, cargando material. La comunidad en su conjunto trabajando para construir y reconstruir sus viviendas”, comenta.
Ortega, quien encabeza la organización de esta muestra que originalmente planeaba reunir fotografías donadas por los vecinos de la colonia Guererro, comenta que con este ejercicio de exploración en acervos se busca que los vecinos se identifiquen y recuerden esos momentos de solidaridad, a través de esas imágenes tomadas por quienes estuvieron allí como testigos y protagonistas de la tragedia.