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ssierra@eluniversal.com.mx
La carrera de Juan Rulfo como fotógrafo, dejando a un lado al escritor, es el eje de la exposición que el 6 de abril abrirá el Museo Amparo de Puebla, en la cual se reunirán 150 fotografías y más de 30 documentos representativos de los temas de su interés, de distintas etapas de su vida y trabajos, y de las muchas relaciones que tuvo con la fotografía, las cuales incluyen el cine, las exposiciones y publicaciones para revistas.
El fotógrafo Juan Rulfo es una exposición que se enmarca en el programa de Conmemoración del Centenario de Juan Rulfo (nació el 16 de mayo de 1917, en Apulco, Jalisco). La exposición, que permanecerá abierta hasta mediados de julio y que después estará en la Ciudad de México y, en 2018, en varias ciudades del país, muestra cómo Rulfo sí publicó sus fotografías en vida, sí las expuso y, pretende resaltar, que fotografía y literatura fueron líneas paralelas, de acuerdo con el arquitecto Víctor Jiménez, director de la Fundación Juan Rulfo.
Primeras fotografías de Rulfo hechas a finales de los años 30 (algunas firmadas en el reverso), las 23 impresiones originales de su primera exposición en 1960, un facsímil de la revista América donde publicó por vez primera sus fotografías, fotos que realizó para las películas La Escondida, de Roberto Gavaldón (1955), y El Despojo, de Antonio Reynoso (1960), selección de fotografías de la exposición en Bellas Artes en 1980 y de muestras posteriores a su muerte, imágenes que tomó de arquitectura, de ferrocarriles en la Ciudad de México, y de su trabajo en la Comisión del Papaloapan, entre otras, se reunirán en las dos salas del Museo Amparo donde se podrá ver la muestra. También estarán publicaciones de revistas y de libros que han aparecido a la par de las exposiciones.
La muestra El fotógrafo Juan Rulfo es realizada por la Fundación Juan Rulfo, Canopia y la editorial RM; cuenta con curaduría de Andrew Dempsey y Víctor Jiménez; la investigadora Paulina Millán y Canopia realizaron la asistencia curatorial.
La exposición está acompañada por un libro del mismo nombre, que publica RM, y que recoge textos de varios investigadores quienes se refieren a temas como el fotógrafo y el escritor, las relaciones entre las obras de Rulfo y Paul Strand, los vínculos de la fotografía de Rulfo con la obras de artistas como John Constable y José María Velasco (ensayo de Andrew Dempsey), y contiene además una detallada cronología de la obra fotográfica de Rulfo, misma que también es parte de la exposición y que fue realizada por Paulina Millán.
De viva voz. En el libro El fotógrafo Juan Rulfo, aparece un ensayo del investigador Jorge Zepeda, donde cita dos entrevistas del año 1983, publicadas una en América del Sur y otra en México, donde Rulfo separa la fotografía de la literatura.
En la primera dice: “La realidad no me dice nada literariamente, aunque pueda decírmelo fotográficamente. Admiro mucho a quienes pueden escribir acerca de lo que oyen y ven inmediatamente. Yo no puedo penetrar la realidad: es misteriosa”. En la segunda entrevista, citado por Zepeda, Rulfo sostiene: “...cuando yo tomaba fotografías no pensaba en la literatura, son dos géneros muy diferentes”.
Las palabras del escritor y fotógrafo, dice Víctor Jiménez, demuestran que ambas, fotografía y literatura, “deben verse no sólo independientes, sino que aunque uno quisiera conectarlas no hay manera”. Para Jiménez, “es una simplificación pensar que la literatura prestó a la fotografía; la cometió Carlos Fuentes al decir que Rulfo fotografió a los habitantes de Comala”.
Jiménez enfatiza que la muestra hace caso omiso del escritor, y que combate la idea de que el escritor está prestando sus ojos al fotógrafo o viceversa.
Elena Navarro, de Canopia, dice que esta muestra abunda en los lazos y relaciones de Rulfo con este arte: “Cuál fue la relación de Rulfo, en vida, con la fotografía, qué fotógrafos conoció, cómo se implicó en la foto, cómo era su biblioteca sobre fotografía… se ha trabajado mucho en el archivo. Va a haber inéditos de su archivo, algunas fotos coloreadas, porque le interesaba experimentar”.
Otra de las investigaciones que el libro y la exposición presentan es del propio Jiménez, quien encuentra relaciones entre varias fotografías de Paul Strand y Juan Rulfo en distintos momentos y etapas de la obra de cada uno.
Será una exposición sobre su vida de fotógrafo, acota Víctor Jiménez. Juan Rulfo, quien usaba cámaras Rolleiflex, tomó fotografías entre finales de los años 30, hasta 1961, aproximadamente. Existen poco más de 6 mil negativos de su obra que conserva la Fundación Juan Rulfo.
Los temas de su obra fotográfica fueron arquitectura (la mitad de su acervo); cine, danza, ferrocarriles y la Ciudad de México (Bellas Artes y la Alameda), Oaxaca, paisaje y montañismo.