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El Museo del Juguete Antiguo México (MUJAM) abre este viernes la exposición El mundo de Barbie y sus amigas, que reunirá la colección más grande de la famosa muñeca, pero también inicia embarcado en una crisis económica que pone en riesgo su oferta cultural, así como la preservación y exhibición de su acervo.

El recinto, ubicado en la colonia Doctores y que posee una colección de más de un millón de piezas, lanzó desde hace unos días una alerta en sus redes sociales pidiendo apoyo a través de Kickstarter, página web dedicada al micromecenazgo para proyectos creativos, para que instituciones o ciudadanos interesados se sumen y puedan juntar un millón de pesos para subsistir, al menos, este año.

El detonante de esta crisis, explica en entrevista Roberto Shimizu Kinoshita, director creativo del MUJAM, es que dejaron de recibir el apoyo económico que durante los últimos tres años habían obtenido a través de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados. Durante ese tiempo, comenta, habían tenido acceso a recursos de entre un millón 800 mil y un millón de pesos que ocupaban para la realización de actividades culturales y la conservación del acervo. “Son recursos que aplanabamos como tortilla para que alcanzara para todo el año. Hacíamos más de 500 talleres al año, unas 300 presentaciones de diversos colectivos, trabajamos con muralistas; también para la preservación de la colección, que es de lo más costoso”, detalla.

Ante la falta de ese recurso, el museo inaugurado en 2006 se ha planteado reducir su oferta cultural, cerrar su sala de exposiciones temporales, así como su biblioteca y centro de estudios dedicados al arte popular mexicano. En diciembre, dice Shimizu Kinoshita, incluso tuvieron la necesidad de recortar a su personal. “Nos quedamos solo tres personas de administración y los demás son voluntarios que se han acercado para ayudarnos, gente que sabe la situación y que se han sumado”.

“No tendremos presupuesto para colaboraciones con los colectivos de teatro, música, danza, con los artistas urbanos o los talleristas... La biblioteca y el centro de estudios ya se había logrado abrir, teníamos una persona encargada y ahora tendremos que cerrar. Estamos muy tristes”, añade.

El recurso que solicitaron para este año a la Cámara de Diputados sería destinado para la renovación de las bodegas del edificio porque, dice, tienen “problemas de humedad; le entra mucho polvo y no tienen tanta seguridad. Muchas de la piezas están en malas condiciones”, advierte.

Por si fuera poco, comenta, el mes pasado sufrieron un robo de piezas en exhibición debido a la falta de un sistema de seguridad idóneo. “En nuestro afán de querer hacer un museo cercano a la gente y que pueda ver y manipular cosas, se las han robado. Ahora tendremos que reducir las piezas en sala, aumentar la seguridad, estamos ante un tema bastante crucial y triste. Queremos poner equipo de seguridad de primera, hay cámaras, pero no son suficientes”, comenta Roberto Shimizu. Ahora, dice, están en proceso de levantar una denuncia por robo.

Además de la petición que han lanzado en la página Kickstarter (www.kickstarter.com), el museo acepta otro tipo de ayudas: “Voluntariado para auxiliarnos en diferentes actividades del museo; que los colectivos de arte quieran presentarse sin ningún costo y que nos ayuden a difundir la campaña en redes sociales para que lleguen a otras partes del mundo”. Desde Estados Unidos, señala, sí ha habido museos y universidades que se han interesado en adquirir la colección del museo, pero la intención de sus fundadores es mantenerla en México.

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