Clínica del periodismo

El arquitecto Manuel Larrosa falleció la madrugada de este lunes a los 87 años en Tepoztlán, Morelos, a consecuencia de un padecimiento pulmonar. El 2 de septiembre había sido distinguido con el máximo honor que otorga el INBA, la Medalla de Bellas Artes.

Sus restos llegaron ayer, alrededor de las 18 horas, al Panteón Francés de Legaria y serán cremados hoy. Asistieron a dar el pésame a la familia Xavier Guzmán Urbiola, subdirector general de Patrimonio Artístico del INBA, y la directora de Arquitectura de la misma institución, Dolores Martínez.

Nacido en la Ciudad de México en 1929 y egresado de la UNAM, inició su actividad profesional en compañía del arquitecto Guillermo Rossell de la Lama, con quien trabajó en obras como la Capilla de Palmira y la Plaza de los Abanicos, en Cuernavaca, la Casa de la Juventud, y el Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo, en Tamaulipas.

De manera independiente desarrolló condominios y casas unifamiliares en diversas ciudades del país, como Guadalajara, Cuernavaca y Los Mochis. Una de las más reconocidas es la casa habitación ubicada en la calle Héroes de Padierna, en la colonia San Jerónimo de la Ciudad de México, a la cual el escritor Juan Carvajal dedicó un poema especial.

Su obra se extendió al ámbito de planeación urbana, ya que fue el encargado de diseñar los planos reguladores de Tijuana, Mexicali y Ensenada. Se dedicó también al diseño de inmuebles especializados, como la Clínica de Rehabilitación Humana en la calle Álvaro Obregón de la Ciudad de México, o la ampliación del Hospital del ISSSTE en Zacatecas. También construyó el edificio de la aduana de Tijuana y el Teatro Casa de la Paz. Escribió por más de 30 años sobre urbanismo y arquitectura en diversas revistas especializadas.

El pasado 2 de septiembre recibió en el Palacio de Bellas Artes la Medalla Bellas Artes. En la ceremonia, la titular del INBA, María Cristina García Cepeda, lo describió como un arquitecto comprometido con la difusión de nuestro patrimonio. En aquella ocasión, Larrosa agradeció el tributo y recordó que, para él, la arquitectura era “la compañera solidaria de nuestra vida desde nuestra primer habitación hasta la tumba, puerta del infinito.”

Google News

Noticias según tus intereses