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El escultor Jorge Marín está en proceso de estudio de posibles acciones legales a emprender en el caso de la alrededor de una veintena de bronces que comercializa el Nacional Monte de Piedad (NMP) y en los que, según el artista, hay toda la intención de hacerlos pasar como obras suyas, pero que son falsos.
Por lo pronto, Marín decidió que convocará en los próximos meses a un seminario para analizar los vacíos legales en materia de derechos de autor, en el que espera la participación de abogados especialistas, autoridades y otros artistas afectados por la falsificación de sus obras, indicó su estudio.
De acuerdo con información proporcionada por el propio Jorge Marín, en este momento tiene en activo cinco denuncias contra falsificadores de su obra y otros cinco casos que se están siguiendo “van por buen camino”, particularmente porque, comenta, esperar buenas noticias de más decomisos y arrestos.
Mientras, al cierre de esta edición, el Nacional Monte de Piedad, institución de asistencia privada fundada en 1775 y la de mayor prestigio del país en el mercado de empeños, guardaba silencio ante la información y las fotografías publicadas el viernes por EL UNIVERSAL, con lo que se documenta la venta de esculturas con elementos estilísticos del artista michoacano y etiquetas donde no solamente se ostenta su precio, sino que además se lee en ellas el nombre de “Jorge Marín”.
En promedio, las piezas en el Monte de Piedad cuestan $36 mil, aunque con descuento salen en $25 mil 200.
Son precios similares a los que tienen muchas falsificaciones que Jorge Marín ha detectado, denunciado y exhibido como piratería en su página de Facebook y en su portal http://www.jorgemarin.com.mx.
En la sucursal del Nacional Monte de Piedad de las calles de Victoria y Revillagigedo, sin embargo, no sólo se pueden hallar esculturas con el nombre “Jorge Marín”. De hecho, la más cara está atribuida a otro artista: un bronce de alrededor de un metro de largo descrito como “Corrida” de toros y en cuya base una placa señala “Humberto Peraza. Escultor”. Humberto Peraza y Ojeda es un escultor yucateco quien habría cumplido en diciembre 90 años y cuya obra se especializa en temas de la fiesta brava. Aunque en este caso, se ignora si esta pieza, que también debió llegar a la institución vía empeño, es original.
De acuerdo con información proporcionada por el Estudio Jorge Marín, el artista se reunirá la próxima semana con su equipo de abogados para analizar las acciones legales que podría emprender en torno al caso de los bronces que comercializa el Monte de Piedad, desahogar “protocolos” y “tomar una decisión final”.
No obstante, el estudio adelantó que el escultor, quien desde hace una década comenzó una batalla legal contra las falsificaciones de sus obras —que apenas en septiembre pasado se tradujo en el decomiso de 89 piezas piratas y arrestos—, dará un paso más en esta cruzada al lanzar en los próximos meses una convocatoria abierta a artistas víctimas de las falsificaciones, abogados especialistas en derechos de autor, autoridades judiciales e incluso legisladores, para poder analizar los vacíos legales de las leyes que deben proteger a los creadores, con el fin de hacer una propuesta de reforma a esas legislaciones.
La sede de ese seminario, señaló el Estudio Jorge Marín, será la Escuela Libre de Derecho, que posee dentro de sus instalaciones una obra del escultor, llamada Animus Lex.
