Un grupo de danzantes aztecas, con sus coloridos trajes y sus largas plumas, conquistó con sus ritmos al durante la audiencia general de hoy en el Aula Pablo VI del Vaticano.

Después de asistir al encuentro público con el pontífice, el conjunto Axtlán, procedente del Estado de Querétaro, desfiló por las inmediaciones de la Santa Sede y realizó sus bailes frente a la , despertando la curiosidad de cientos de turistas.

“Haber visto al Papa es palabras mayores, no sólo lo vimos, él se acercó a nosotros para bendecirnos, a platicar con nosotros y a animarnos: ¡Vamos, toquen algo! Fue algo verdaderamente maravilloso”, aseguró uno de los danzantes, Ulises Mota, en entrevista con Notimex.

“Significa una gran emoción, jamás nos hubiésemos imaginado. Tenemos 17 años de presentarnos, pero esta es una oportunidad única en nuestro haber, no lo puedo explicar con palabras”, agregó.

El grupo, compuesto por 10 integrantes de entre 18 y 40 años procedentes de diversos municipios de Querétaro, viajó a Roma para participar en la iniciativa Navidad Mexicana en el Vaticano, que este año tiene a esa entidad como protagonista.

En la audiencia, a la cual asistió el conjunto, el gobernador queretano Francisco Domínguez Servién entregó al Papa tres nacimientos monumentales y cientos de artesanías que adornarán en estas fiestas decembrinas diversos salones del Vaticano.

Axtlán es un grupo de base familiar, ya que su director es Homero Mota y forman parte de él su hermano Ulises, su esposa y sus hijos Greta y Oscar, junto a otras personas. Incluso los trajes han sido realizados por los mismos miembros.

Ulises aclaró que las danzas buscan recrear los bailes precolombinos copiados de algunos códices y dibujos que muestran varias posturas que se usaban en la época, pero reconoció que no existe un relato detallado de los pasos.

“Concretamente no sabemos cómo fueron (los bailes) en realidad pero si se encuentran los instrumentos precolombinos originales en el así como algunos grabados”, explicó.

“De ahí tomamos la muestra para las sonajas y otros instrumentos, nosotros los tocamos de acuerdo a nuestra inspiración porque no existen datos de cómo eran”, agregó.

Las danzas, acompañadas por el grueso sonido del caracol y las sonajas, atrajeron a decenas de turistas y curiosos en una soleada tarde en la Plaza de San Pedro. Personas de diversas nacionalidades esperaron pacientemente para retratarse con los mexicanos.

“Es un orgullo que la gente se acerque y pida sacarse fotos con nosotros, estamos mostrando nuestra cultura, la región autóctona y nuestras raíces aztecas. Mucha gente de diversos países nos pide una foto, nos hablan de México y nos agradecen en sus idiomas”, señaló Mota.

Afirmó que se trata de una experiencia emocionante mostrar la propia cultura y que ésta pueda ser admirada en todo el mundo.

Reconoció que el Papa Francisco quedó conquistado por los trajes típicos e incluso exclamó que las muchachas del grupo “son muy bonitas”.

“Recibimos la bendición del Papa y eso nos ha llenado de regocijo. El entrar danzando a esta plaza con tantos siglos de historia y saber que nosotros estamos aquí representando a nuestra cultura es algo maravilloso, eso nos emociona, nos llena el espíritu y el alma de orgullo”, insistió.

nrv

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