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En 1973, en medio de la convulsión por el golpe de estado y sin que muchos se enteraran, se suspendió en Chile "Orozco, Rivera, Siqueiros. Pintura mexicana", la exhibición que se presentaría al público chileno, conformada por una de las colecciones de arte moderno más importantes del continente.
Más de 40 años después, el Museo Nacional de Bellas Artes, perteneciente a la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile, vuelve a abrir sus puertas para recibir las obras de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, en el marco del 25 aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y Chile, cuyos gobiernos han realizado un esfuerzo conjunto para reeditar esta muestra, ahora titulada "La exposición pendiente 1973-2015. Orozco, Rivera y Siqueiros".
"Las relaciones culturales entre México y Chile han sido largas y prolongada desde que en los años 20 vino Gabriela Mistral a México a colaborar con Vasconcelos, cuando la Secretaría de Educación Pública estaba naciendo; años después vino Pablo Neruda. De modo que México es quizá el país de América Latina con más escuelas que llevan el nombre de estos dos poetas chilenos. Desde entonces la relación con Chile ha sido muy frecuentada", explicó en conferencia de prensa Otto Granados, secretario de planeación y evaluación de políticas educativas de la SEP.
Agregó que en los años 70 México y el gobierno del entonces presidente Luis Echeverría, habían desarrollado un plan de apoyo a un gobierno, el de Salvador Allende, que ya estaba en un momento crítico desde diversos ámbitos, político, económico, sindical, social.
"Entre los planes de apoyo se encontraba el de abastecer de petróleo a Chile, se hicieron varios envíos de alimentos, de químicos; y a principios de octubre de 1973 se planeó presentar esta gran exposición de la colección del Doctor Carrillo Gil. Se hicieron todos los preparativos, las obras ya estaban colgadas sobre las paredes, estábamos a sólo 5 días de inaugurar cuando el 11 de septiembre sobrevino el golpe de estado", narró.
En ese momento los gobiernos decidieron que las condiciones sociales del país no permitían la inauguración de la muestra y se canceló. Las obras fueron rápidamente enviadas en avión a México en donde, por coincidencia, también viajaba la familia de Allende y la primera oleada de refugiados chilenos al país.
"La ruta a México es: Antofagasta, Lima, Panamá, México y escala técnica en esos lugares. Comuníquenlo al canciller Rabasa y díganle que cruce los dedos". Así decía el último telegrama enviado por el entonces embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá, antes de subir al avión que lo trasladó a México junto con 180 obras.
La exposición, que será inaugurada el jueves 19 de noviembre, es organizada por la Dibam a través del Museo Nacional de Bellas Artes, la Embajada de México en Chile, el Museo de Arte Carrillo Gil del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y Hoja Blanca, y cuenta con el auspicio de Claro Chile (Fundación Carlos Slim) y el Fondo Conjunto de Cooperación México-Chile, y el patrocinio de Aeroméxico y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
La muestra recrea de manera parcial la exposición que no fue posible inaugurar hace 42 años y está integrada por 76 obras de los tres grandes del muralismo mexicano pertenecientes a la colección patrimonial del Museo de Arte Carrillo Gil. El acervo, originalmente propiedad del coleccionista de arte mexicano más relevante del siglo XX, Alvar Carrillo Gil, fue donado al Estado mexicano en 1972, tras lo cual comenzó a itinerar a nivel mundial. Santiago de Chile fue el primer destino elegido para ello.
sc