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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Los remedios comerciales que se aplicaron en México para proteger a la industria acerera nacional de la sobreproducción mundial de metales y de las prácticas desleales para su importación afectaron a la empresa siderúrgica Posco, admitió el presidente de la firma coreana, Won Hwangbo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el representante de la acerera asiática dijo que estas medidas detuvieron posibles nuevas inversiones, así como los planes de incrementar las compras de materia prima mexicana.
Actualmente, la empresa tiene una capacidad para producir 900 mil toneladas de lámina galvanizada para automóviles y electrodomésticos, pero por las restricciones que se tienen para importar lámina rolada en frío originaria de Corea, sólo se les permite importar, sin pagar arancel, 450 mil toneladas de materia prima.
Esta limitación hace que trabajen a la mitad de la capacidad instalada que tienen en sus dos plantas de Altamira, Tamaulipas. Si utilizara el total de su capacidad, la empresa tiene la oportunidad de casi duplicar las compras de insumos mexicanos.
Significa que en lugar de comprar 30 mil toneladas, como en 2015, se requerirían 55 mil toneladas de materia prima y tendrían espacio para producir en sus dos plantas 900 mil toneladas de lámina, explicó Hwangbo.
Pero sustituir las importaciones de lámina coreana por acero mexicano es un escenario que, advirtió, no se puede concretar porque “básicamente no se tiene la calidad necesaria. Son contadas las empresas que pueden producir ese tipo de acero en América del Norte”, agregó.
En México, alrededor de 60% del consumo total de esa lámina se atiende con importaciones procedentes de Estados Unidos, sólo hay una planta que produce ese material especializado, Tenigal, que tiene una participación en el mercado de entre 10% y 16%, en tanto que Posco atiende a cerca de 24% de las necesidades del país.
Estima que en 2016 la demanda de acero galvanizado para la industria automotriz mexicana va a ser de un millón 569 mil toneladas, pero la producción nacional sólo permite producir 750 mil toneladas, lo que se traduce en importaciones de 819 mil.
Hwangbo asegura que se puede reducir el monto de las compras al exterior de metal galvanizado si se eliminaran las restricciones a Posco para operar las dos plantas que tiene en México de capacidad de 900 mil toneladas y en las que invirtieron 550 millones de dólares.
Para Posco, el mercado mexicano, especialmente el automotriz, está en crecimiento y por eso existe oportunidad de que extiendan su participación en el país y de hacer nuevas inversiones, pero “no estamos produciendo por las restricciones. Estamos detenidos para posibles nuevas inversiones del grupo”, expuso.
Se sabe que el problema fue que en los últimos años la industria acerera mexicana se quejó de la presunta existencia de prácticas desleales en diversos productos, como la lámina, la placa, alambrón y galvanizados, entre otros, casos que han terminado con sanciones —incremento de impuestos a la importación— para frenar la entrada de dichos productos.
A la lámina de acero en frío, que utiliza Posco, la Secretaría de Economía impuso cuotas compensatorias, en junio de 2013, equivalente a un impuesto de 60.4%.
Posco no pagó esa cantidad, pues negoció con el gobierno que se le exima de ese pago a cambio de restringirles la cantidad de lámina de acero rolada en frío coreana que importa. Un acuerdo con duración de cinco años y que inició con un permiso para internar al país 400 mil toneladas, con aumentos anuales para llegar a 500 mil en 2018.
A Hwangbo y al director general de Posco, Ja Ryong Koo, no les queda claro qué va a pasar después de 2018, cuando se venza la negociación conocida como Acuerdo de Suspensión.
Pidieron a la presidenta coreana Park Geun-Hye, quien visitó México hace unas semanas, que hablara con las autoridades mexicanas para atender el tema, pero aunque hubo “contacto” entre ambos gobiernos siguen “viendo cómo resolver el asunto”.
Algo que preocupa a sus directivos, luego de que la firma triplicó el número de clientes del sector automotriz de 2009 a la fecha, porque ahora son proveedores de Nissan/Daimler, GM, FCA, Volkswagen, Ford, Honda, Mazda, Toyota, Kia y BMW.
Admite problemas. Hwangbo admitió que en la industria acerera mundial hay problemas de sobreproducción, pero no coincide con la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero de México, la cual aseveró que hay una sobreproducción mundial de 600 millones de toneladas.
Aseguró que el problema es que los chinos producen a muy bajo costo y que colocaron en el mercado 110 millones de toneladas de acero que tenía de sobreproducción.
Coincide en que la industria coreana, como otras, está en crisis porque hay mayor oferta que demanda.